Alcoa ha confirmado en la reunión de la comisión de seguimiento del acuerdo de viabilidad de la planta de San Cibrao que en la segunda mitad del año se terminarán los fondos que puso la compañía para garantizar el funcionamiento de la fábrica, de modo que se podría llegar a una "posible situación de insolvencia". Por ello, la multinacional americana se abre ahora a la opción de iniciar contactos para una posible venta.

De hecho, la empresa comunicó que ya ha iniciado "contactos con potenciales compradores" y que va a recibir "ofertas no vinculantes a mediados de mayo y ofertas vinculantes a mediados de junio".

Así lo ha confirmado mediante un comunicado el comité de empresa de Alcoa San Cibrao, cuyos representantes participaron en esa reunión de seguimiento, en la que también estuvieron presentes responsables del Ministerio de Industria, de la Xunta de Galicia y de la propia compañía.

Según el comité de empresa, el representante de Alcoa en esa reunión, Álvaro Dorado, realizó un análisis de la situación financiera a cinco años, además de presentar las posibles "líneas de actuación para garantizar la viabilidad del complejo", tanto para la propia multinacional como para "el posible comprador".

De hecho, planteó la posibilidad de que Alcoa inice contactos "con potenciales compradores", al tiempo que busca una "optimización a corto plazo de las operaciones" en la planta mariñana. También propuso la "evaluación de diferentes opciones energéticas a nivel comercial" y de un "posible incremento de producción en la refinería de Alúmina".

Participación de la Xunta y el Gobierno

También solicitó la participación del Gobierno y de la Xunta de Galicia si realmente se produce una venta del complejo, además insistir en la necesidad de un marco energético competitivo y estable para hacer rentable la producción de aluminio.

Sobre la mesa también dejó la posible "extensión de la concesión portuaria a partir de 2027", así como el apoyo de la Administración para la concesión de los permisos eólicos restantes "asociados a las PPAs -contratos de suministro de energía a largo plazo- firmadas".

Con respecto a la Xunta de Galicia, volvió a reclamar la aprobación de la ampliación del depósito de barros rojos -residuos que se generan en la transformación de la bauxita en alúmina-, así como flexibilidad" en la gestión del agua de ese embalse.

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El comité exige que se cumpla el acuerdo

Al comité le pidió "flexibilidad" en el rearranque de las cubas, en función de la "viabilidad" de la planta y un retraso de la inversión en el horno de ánodos hasta 2026. También la utilización del depósito de garantías, para compensar las pérdidas, y flexibilidad a la hora de mover el personal entre las plantas del complejo.

Ofreció también la posibilidad de iniciar un programa de bajas voluntarias.

El comité, por su parte, dejó claro que no va a "modificar el acuerdo de viabilidad" ni permitir que Alcoa "acceda al depósito financiero".Insistió, además, en la necesidad de crear una mesa técnica, con la participación de ambas administraciones, para abordar con "urgencia" la ampliación del depósito de barros rojos y la concesión de los parques eólicos pendientes.

Reiteró que el proyecto de construcción del horno de ánodos es "vital" para garantizar "la carga de trabajo de las empresas auxiliares y la viabilidad" de la planta "a largo plazo".

Un comprador "fiable"

Ambas administraciones se mostraron dispuestas a apoyar el proceso de venta, pero solicitaron mayor concreción por parte de la empresa.

Además, el Ministerio de Industria precisó que es necesario que el "potencial comprador" tenga "vocación de continuidad con la empresa y con la industria gallega", para que la venta "sea efectiva y fiable".

El representante de Alcoa recordó que la multinacional es la "primera interesada" en un "potencial comprador fiable".