El secretario general de la CIG, Paulo Carril, dijo hoy en Lugo, a donde viajó para asistir al juicio por un supuesto caso de persecución sindical al portavoz de la plataforma que agrupa a las auxiliares de Alcoa, que con este caso estamos “ante un nuevo capítulo de las atrocidades y el planteamiento empresarial desalmado” por parte de la propia multinacional.

Carril hizo estas declaraciones antes de entrar en el juicio, en el transcurso de una concentración de delegados sindicales de la CIG en apoyo al portavoz de las auxiliares de Alcoa, Kike Rocha, a las puertas de los Juzgados de Lugo, en la Praza de Avilés.

“Después de terminar las negociaciones del ERE de Alcoa, en las cuales yo estuve presente como asesor de la CIG, pero representando un poco a todos los compañeros de las auxiliares, vemos como en mi empresa se me cambia de puesto de trabajo, después de siete años realizando las mismas funciones”, explicó Rocha antes de entrar al juicio.

“No es un cambio común dentro de la empresa, después de casi ocho años haciendo el mismo trabajo. Nosotros no creemos en las coincidencias”, añadió.

Desde su punto de vista, “la intención es desmoralizar, desmotivar a los trabajadores de los auxiliares de la forma fácil y rápida. Si se le puede atacar y cortarle las alas al portavoz de la plataforma de las auxiliares, qué se le podrá hacer a los demás trabajadores”.

Rocha opina que “su intención era cortar la cabeza más visible, para que los demás no se atrevan a levantarse”.

“Creemos que fue una orden de Alcoa, pero mi empresa fue quien la ejecutó. Yo trabajo para Cotelsa. Creemos que Alcoa dio la orden y Cotelsa la ejecutó sin pensárselo”, precisó.

“Denunciar que estamos ante un nuevo capítulo de las atrocidades y de un planteamiento empresarial desalmado por parte de Alcoa. Además de pretender llevarnos a la miseria, cerrando la fábrica de San Cibrao y no dando alternativa, pretende encima golpear a la parte más débil de este conflicto, que son los trabajadores de las auxiliares”, dijo el secretario general de la CIG.

Según Carril, “pretende dar ejemplo con un castigo”, como el impuesto a Kike Rocha, y “que la denuncia” de lo que “está sucediendo” tenga “un freno”.

“Con esta acción judicial y esta movilización lo que queremos dejar claro es que no le podemos permitir a Alcoa qu,e además de querer robarnos la posibilidad de trabajar y vivir dignamente en nuestro país, también nos quiera robar el derecho a poder ejercer nuestra libertad de expresión y nuestra libertad sindical”.

“Estamos en un momento crítico”, dijo Carril, quien opina que ahora se le está viendo “la cara más desalmada a Alcoa con esta decisión”.

Sin embargo, el secretario general del CIG opina que este intento de amedrentar a los trabajadores ha conseguido el efecto contrario, porque “confirma la razón que tenemos cuando defendemos lo que defendemos”.

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado

En cuanto a las conversaciones para buscar un acuerdo que permita negociar la venta de la planta a la SEPI, dijo que la CIG espera que “los gobiernos”, tanto el Gobierno de España como la Xunta de Galicia, “tomen decisiones, actúen de inmediato y liberen al comité, a la plantilla y A Mariña de toda la presión” que están soportando.

Con respecto a la posición de Alcoa, opina que es “lamentable que a estas alturas no esté dispuesta a dar una solución y se enrroque en escenarios que solo están en su cabeza”, porque “a día de hoy está absolutamente desacreditada socialmente y judicialmente derrotada y perdida”.

“Lo que no puede es someter a los trabajadores a una tortura sin abrir ese marco de salida”, añadió.