La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) está dando los primeros pasos para tratar de acabar con la "barra libre" y ordenar la instalación de pantalanes y la propia navegación en los encoros que pertenecen a su demarcación, con dos objetivos fundamentales, por una parte evitar la degradación del paisaje de la Ribeira Sacra y, por la otra, combinar los usos de esos espacios para que "todo el mundo pueda disfrutar de los mismos".

En declaraciones a COPE Lugo, el presidente de este organismo autónomo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, José Antonio Quiroga, confirmó que ha quedado constituida una comisión de seguimiento para evitar "la dispersión de pantalanes" a lo largo y ancho de los encoros de la comarca.

También, aclaró, para tratar de ordenar la navegación, especialmente en lo relativo a la limitación de la velocidad de las embarcaciones que hacen uso de las aguas de los embalses, de manera que puedan disfrutar "del río todos los ciudadanos y no sólo los usuarios de las barcas".

Comisión de seguimiento

Quiroga mantuvo en las últimas horas una reunión con el director de la Axencia Turismo de Galicia, Xosé Manuel Merelles, y la directora de Patrimonio Natural, Marisol Díaz.

"El objetivo final es armonizar el uso sostenible del río con el valor paisajístico y patrimonial de la Ribeira Sacra, imprescindible para prosperar ante la nueva candidatura a Patrimonio de la Humanidad", ha explicado el presidente tras la reunión, en la que se dio cuenta de los resultados del exhaustivo "estudio sobre la navegación y el atraque en la Ribeira Sacra", elaborado por el organismo de cuenca y finalizado en diciembre de 2023.

Ambas administraciones se han emplazado para nuevas reuniones a nivel técnico, de modo que, previsiblemente, dentro de un mes, volverán a reunirse, "con el interés de concluir las soluciones para esta zona protegida, de referencia a nivel mundial, en la que el turismo constituye un recurso económico fundamental", han concluido.