Los municipios de Sarria y Becerreá, en la provincia de Lugo, tienen en común que la fuerza más votada en los comicios de este 28 de mayo son dos candidaturas independientes, ambas encabezadas por antiguos militantes socialistas, que han sido la lista más votada, pero que necesitan pactar para mantener el gobierno local.

En el caso de Becerreá, el partido liderado por Manuel Martínez fue la lista más votada y consiguió cinco concejales, pero no tiene la mayoría absoluta, porque el Partido Popular subió hasta cuatro y el BNG tiene dos representantes.

Martínez le confesó a Cope Lugo que confía “en seguir gobernando”, si “no hay pacto entre ellos”, porque ya estuvo en una situación similar en anteriores mandatos.

“Me presenté con un programa electoral. Tengo claro lo que quiero para Becerreá. Hay asuntos en los que no debería haber demasiadas diferencias entre partidos -como sucede con la apertura de la residencia de la tercera edad-”, dijo Martínez.

“Por ello, a los otros partidos les pide “que dejen gobernar o que gobiernen ellos”, pero siempre pensando “en beneficiar a Becerreá”.

SARRIA

Por su parte, el alcalde de Sarria, Claudio Garrido, opina que “los ciudadanos han hablado” y le han dado a su proyecto independiente “la victoria electoral”, con siete ediles, por cinco del Partido Popular, tres del Partido Socialista y dos del BNG.

A su juicio, el resultado de su partido debería ser suficiente para “la investidura”. Al ser “la lista más votada”, no cree que “haya problemas en ese sentido”, pero también reconoció que él aspira a conseguir “una estabilidad política”, con “un pacto de gobierno”.

“Después de 20 años, es la primera vez que un alcalde renueva la confianza al frente del Ayuntamiento”, dijo Garrido, por ello espera llegar a un acuerdo para formar “un gobierno estable” y adoptar “decisiones necesarias, que no se han tomado en los últimos doce años”.

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Al ser el suyo un partido independiente, reconoció que no se marca “líneas rojas” a la hora de buscar ese acuerdo, aunque reconoce que el hecho de haber cesado de su gobierno en el anterior mandato al portavoz actual del PSdeG, esa circunstancia puede suponer alguna “dificultad”.

En todo caso, precisó que ni siquiera esa circunstancia es “una línea roja” a la hora de buscar un acuerdo.