Lo de la Autovía del Cantábrico a su paso por Mondoñedo da para escribir un libro. Un día más, y ya son incontables, permanece cerrada a la altura del Fiouco por culpa de la espesa niebla que impide la circulación. Parece que de nada sirven las balizas antiniebla último modelo que se colocaron en un tramo (de forma piloto) para solventar este tipo de fenómenos meteorológicos.
Las más efectivos son, por el momento, las señalizaciones lumínicas que informan de los cortes, los desvíos e impiden el acceso a la Autovía.
La Mariña sigue anclada en la niebla y las curvas de la Xesta son el trayecto estrella para dirigirse al interior de la provincia. La N-634 ¡está de moda!