Son los mejores amigos del hombre, los perros en general, y entre ellos los Bóxer. Una raza que destaca por su fidelidad y cariño.Una de sus notas más características es que son muy familiares. Si pueden estar todo el día adosados al dueño, ahí están.

Este domingo Cervo será escenario de la XVII Monográfica Regional de Galicia de Bóxer, a partir de las 10 hrs. en el Conjunto Histórico de Sargadelos. Allí se van a dar cita unos cincuenta ejemplares, llegados de muchas partes de España, de Galicia, Asturias, Castilla, País Vasco e incluso Andalucía.

Es como un concurso de belleza y al mismo tiempo sirve de iniciación para aquellos que quieran empezar a hacer trabajo deportivo con su bóxer, como explica Iván García, el delegado en Galicia de Boxer Club España.

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Realizarán pruebas de iniciación a obediencia, ataque y defensa, y darán algunos trucos sencillos para la gente que quiera probar con su perro, asesorados por un instructor. Y nociones básicas de cómo arrancar, motivar al perro..

Iván señala que es para que la gente sepa en qué consiste una prueba de trabajo, una prueba de selección de cría.., para aquellos que quieren empezar a competir con su perro.

En principio puede participar cualquiera en la Morfológica, simplemente con que el perro tenga pedigrí, pero si se quiere ganar un premio hay más requisitos en cuanto a la morfología, el carácter y otros aspectos complementarios.

El bóxer engancha

Hay muchos apasionados por el bóxer, dice Iván. "Es una raza que el que la prueba queda un poco enganchado, es un perro que marca mucho y normalmente el que tiene un bóxer, hay dos opciones, o que siga teniendo bóxer siempre, o que no quiera tener más perros porque queda muy tocado cuando lo pierde". Según él es una raza que tiene "mucho apego a sus propietarios y suele hacer mella".

De hecho en La Mariña hay muchos bóxer. Un ejemplo de apasionados mariñanos por la raza lo encontramos en Estefanía Ramos. Ella tiene una bóxer llamada Bruna.

Enamorada

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Empezó a tener bóxer porque se enamoró de la perrita de su amiga y cuando tuvo una camada se quedó con uno. Ese fue su primer bóxer, se llamaba Draco y vivió 14 años. Desde entonces sólo quiere bóxer. La que tiene ahora es un cachorro de dos años y la llaman Bruna, de cuando en cuando aún la lía.

Cuenta Estefanía que "son perritos con muchísima energía, súper súper juguetones, de hecho les llaman los eternos cachorros porque juegan toda su vida, hasta que se mueren. Son súper cariñosos, necesitan muchísimo el contacto con la gente, súper leales, darían su vida por ti, y muy buenos, aprenden muy rápido, son glotones..." Confiesa que está "enamorada de la raza".

Su perra Bruna fue una sorpresa por su 40 aniversario y es "súper aguililla, muy simpática, a veces me la lía un poco pero todo por estar contigo".

Estefanía apuesta absolutamente por la raza, de hecho asegura: "espero tener toda mi vida bóxer, toda mi vida".