El internacional inglés de rugby Billy Vunipola ha dado todo un espectáculo pero esta vez no ha sido en el terreno de juego sino en un local nocturno del paseo marítimo de Palma, donde lejos del comportamiento de "fair play" que siempre se destaca de su deporte, se comportó como un vulgar macarra bajo los efectos de alguna sustancia la madrugada del domingo.

Tras enfrentarse a la Policía Nacional, el jugador fue reducido, detenido y finalmente enviado a disposición judicial. Vunipola ha sido condenado en un juicio rápido cuatro meses de prisión y 500 euros al agente al que había agredido. En concreto por delito de atentado y un delito leve de lesiones a cuatro meses de prisión, multa de 12 euros al día durante 20 días e indemnizar al agente con 500 euros.

El jugador llegó la tarde del lunes a Londres, según recoge el diario británico The Sun, que ha ofrecido las imágenes de toda la escena grabada en las cámaras de seguridad del local y también de su llegada a su país. Varios agentes de la Policía Nacional tuvieron que reducirle con una pistola eléctrica dada su actitud violenta. Se quitó la camiseta y retó a los agentes tras haber provocado molestias en el local, como avanzó ayer el diario Última Hora, lo que acabó con Vunipola detenido y trasladado a Son Espases para ser sedado.

El jugador británico nacido en Australia y de origen tongano,ha hecho un comunicado a través de su club, el Saracens de Londres. En él, niega haber agredido a nadie, contradice las informaciones periodísticas y dice que no arrojó ninguna silla u otro objeto a ninguna persona. Reconoce haber pagado una multa de 240 euros y que la investigación no está cerrada. Acaba diciendo que colaborará con su club en la depuración de responsabilidades y que lamenta el daño causado a la imagen del club.