Hace 3 años, los más de 340 presos de la cárcel de Logroño contaban con 3 médicos en sus instalaciones y varias enfermeras. Médicos que se han ido jubilando y desde finales de febrero se han ido todos. Si un preso de la cárcel de Logroño necesita medicación porque le da una reacción alérgica, tendrá que ir al hospital; si necesita una receta, tendrá que ir también al hospital; y ante cualquier problema o lesión que no pueda resolver una enfermera, tendrá también que ir al hospital. Eso o esperar a que venga el médico que pasa por la cárcel durante 6 horas a la semana.

Es el problema al que se enfrenta la cárcel de Logroño: sin médico desde hace un mes.Mari Cruz Lázaro es la representante sindical de CSIF de la cárcel de Logroño, ha explicado a COPE que: “teníamos tres médicos en plantilla pero para febrero y principios de marzo nos quedamos sin médico, se jubilaron. Aohra tenemos uno 6 horas semanales que las reparte, 3 horas el martes y 3 el jueves”.

6 horas a la semana en una prisión donde se conviven más de 300 presos y otros 250 profesionales funcionarios de prisiones. 6 horas a la semana o un médico que se conecta de forma telemática. El resto corre a cargo de las enfermeras:“Todas las urgencias médicas que hay las cubre la enfermera de guardia, pero imagínate, si hay una sobredosis o un infarto, tiras de llamar a la ambulancia” e incluso con casuísticas más probables como “un fuerte dolor de cabeza o un dolor abdominal puede ser cualquier cosa, tienes que llamar a una ambulancia para que te lo lleven al hospital para descartar y para todo, la enfermera no puede prescribir”.

Desde el centro penitenciario de Logroño no pueden autorizar una contratación, eso es cosa de Madrid. Y Madrid solo les permite hacer ese contrato menor para cubrirlo de manera rápida pero no es suficiente. Confían en que ahora, con los médicos que haya aprobado la oposición, alguno haya querido venir a Logroño.

La falta de médicos afecta en todos los sectores

Médicos faltan en todos sitios pero Mari Cruz denuncia que instituciones penitenciarias no es un destino atractivo, porque se cobra mucho menos: “no es un sitio donde se cobre bien a nivel sanitario, ni médicos ni enfermeras... cobras mucho mejor en cualquier otro sitio... y si hay problemas para cubrir las plazas de Atención Primaria, imagínate aquí”.

La falta de personal responde a la alta edad de los funcionarios penitenciarios. Es el resultado de las jubilaciones que se van sucediendo con el paso de los años. Un problema, que además de no estar solucionandose a medida que se producen las bajas... era perfectamente previsible.