Día de lluvia, no tienes paraguas, no tienes una prenda apropiada para el agua ¿cómo te mojas menos? Andar o correr esa es la duda. Joaquín Sevilla, físico y Director del Área de Cultura y Divulgación de la Universidad Pública de Navarra, nos lo explica para que sepamos qué hacer.

Para tratar de mojarnos menos, si no tenemos un paraguas o un chubasquero, tenemos dos alternativas en caso de tener avanzar, correr o andar. La cuestión es ¿cómo logramos que nos caiga menos agua?

Joaquín Sevilla nos da la solución. El primer dato a tener en cuenta es que “si no consideramos el agua de los charcos, ya que los vamos a pisar, tenemos dos cuestiones a valorar, la que nos cae en la cabeza y la que nos cae 'en la barriga'".

El físico nos explica que “el agua que nos da en la barriga va a ser siempre la misma, corriendo y andando. De un punto a otro te 'comes la misma cantidad de agua'". Es decir, “la velocidad no influye en lo que te mojas en esa parte al avanzar”.

Sin embargo, “en la parte de arriba, la que nos cae en la cabeza como si fuera la ducha, cuanto más tiempo estés más agua te caerá. Así que corriendo la de la cabeza la disminuyes, al estar menos tiempo expuesto, cuanto más rápido vayas menos te mojas”.

La conclusión es que “corriendo la cantidad de la barriga es constante pero la de la cabeza la disminuyes”. Aunque Joaquín Sevilla nos avisa que al ir corriendo cuando llueve “hay que hacerlo y saltar los charcos con suficiente seguridad para no resbalarse”. Hay que tener cuidado, caernos en un charco arruinaría la táctica para mojarnos menos, además del daño que nos podamos hacer.

Ya lo sabes, la próxima vez que te sorprenda la lluvia por la calle y no tenas paraguas. Corre, con cuidado, pero corre para mojarte menos.