La vida de Alexandra Ruíz de Azúa, vitoriana de 37 años, peligró cuando, con una anorexia diagnosticada a los 3 años, llegó a pesar 35 kilos con 1,70 metros de altura.

Los TCA requieren una intervención multidisciplinar, el sufrimiento es físico y psicológico y la cronificación fácil. Es su caso. La falta de unidades específicas en Osakidetza, por cuyos servicios de Psiquiatría han pasado más de mil pacientes con trastornos alimentarios desde 2018, ha hecho más difícil el camino de estos pacientes.

Este lunes abre sus puertas una unidad deatención a Trastornos de la Conducta Alimentaria (TAC) en Álava, en el hospital Santiago de Vitoria, que se une a la prevista en Bizkaia, en el hospital de Galdakao. Ambas atenderán los casos más graves. La unidad de Vitoria cuenta con seis camas, ampliables a otras seis, y un comedor terapeútico.

De haber existido antes Alexandra Ruíz de Azúa no hubiera tenido que empadronarse en Ciudad Real para recibir allí la atención especializada que no existía en Osakidetza, donde pasó años entrando y saliendo del área de Psiquiatría con un "sistema de premio-castigo".

Nutricionistas especializados

En Cope Euskadi celebra el avance, pero lo considera insuficiente y le "rechina" que la inauguración, prevista para marzo, se haga coincidir con las elecciones: "¿casualidad?". "Se queda muy corto ahora que cada vez hay más casos", advierte al tiempo que reclama entre el nuevo personal nutricionistas especializados en TCA.

"Lo pagamos con la comida, pero es la consecuencia de algo que nos pasa. En mi caso una herida de abandono porque mis padres trabajaban mucho y por el bullying que sufrí", narra Alexandra volcada en reclamar una atención especializada en Osakidetza para los trastornos alimentarios que ahora ve la luz.

Ahora vive fuera de Vitoria, está "estable" y "más ilusionada" con proyectos relacionados con los trastornos alimentarios como el de "masalladeuncuerpo" q1ue puedes encontrar en Instagram.