En la vida, nos encontramos con situaciones que desafían las dinámicas familiares convencionales, como cuando un/a joven asume el papel de cuidador de sus padres, marcando un notable cambio en los roles familiares tradicionales.

Para abordar este tema sensible y sus implicaciones emocionales, ha pasado por los micrófonos de COPE la psicóloga Ángela Magaz, directora de ALBOR COHS PSICOLOGÍA.

Ángela nos ha ofrececido perspectivas profesionales sobre cómo este cambio de papeles puede impactar en las relaciones familiares, explorando aspectos como el cambio de carácter en las personas dependientes, ya sea para bien o para mal, y la importancia de aceptar y adaptarse a esta nueva realidad.

Acompáñanos en esta entrevista sobre la complejidad emocional y el proceso de ajuste que enfrentan aquellos jóvenes que asumen el papel de cuidadores en sus familias. Puedes escuchar el audio completo clickando sobre la imagen.

CAMBIO DE ROLES EN LA FAMILIA
El cambio de roles en el que los jóvenes asumen el papel de cuidadores de sus padres puede generar un impacto significativo en la dinámica familiar, llevando a una redefinición de las relaciones y responsabilidades.

Desde la perspectiva psicológica, el proceso de convertirse en cuidador para un joven implica enfrentarse a nuevas tensiones emocionales y desafíos, ya que se desplaza hacia un rol que históricamente ha sido desempeñado por los padres.

Este cambio de roles puede provocar una transformación en la identidad y la autoimagen del joven, desencadenando una reflexión profunda sobre su papel en la familia y su propio sentido de autonomía.

La adaptación a la responsabilidad de cuidar a los padres puede generar una mezcla de emociones, desde el amor y la satisfacción hasta la ansiedad y el estrés, llevando a una necesidad crucial de apoyo emocional y psicológico.

En algunos casos, el cambio de carácter en personas dependientes puede ser una respuesta a la percepción de pérdida de autonomía, generando desafíos adicionales para los jóvenes cuidadores que deben aprender a lidiar con estos cambios emocionales.

La aceptación de este nuevo rol implica un proceso de ajuste tanto para los jóvenes como para los padres, donde la comunicación abierta, el entendimiento mutuo y el apoyo psicológico pueden desempeñar un papel clave en el bienestar emocional de la familia.

Desde la perspectiva terapéutica, abordar los desafíos emocionales asociados con el cambio de roles implica trabajar en la construcción de habilidades de afrontamiento, la gestión del estrés y el fomento de una comunicación saludable dentro de la familia.

Por todo ello desde COPE hemos querido abordar algunos de los aspectos psicológicos y emocionales que pueden surgir cuando los jóvenes asumen el rol de cuidadores de sus padres, subrayando la complejidad y la importancia de abordar estos desafíos desde una perspectiva terapéutica y de apoyo.