El embalse de Ullibarri ha abierto las compuertas esta madrugada de miércoles tras aumir las intensas precipicitaciones caídas en el interior del País Vasco durante 24 horas y alcalzar el 89% de su capacidad. "Todas las incidencias que se registraron el martes en torno al río Zadorra se produjeron por la lluvia que llega a la cuenca y no por el embalse", que permaneció cerrado.

Así lo ha explicado en COPE Euskadi José María Sanz de Galdeano, director de planificación y obras de URA, quien ha señalado que la decisión abrir las compuertas del embalse alavés se ha adoptado cuando el río pasó de los más de 100 metros cúbicos por segundo a un caudal de 48 metros cúbicos por segundo.

El vertido es "moderado", de 16 metros cúbicos por segundo y se mantendrá al menos durante este miércoles. "Vamos acompasando el desembalse con el descenso natural del río Zadorra, que tiende a bajar, y así hacemos otra vez hueco en el embalse para la próxima ola", ha detallado Sanz de Galdeano.

Aún preocupa la sequía de Rioja Alavesa

El río Zadorra superó el umbral rojo ayer con el embalse de Ullíbarri cerrado, que llegó a retener en "24 horas virulentas" unos 16 hectómetros cúbicos. "Esa es la cantidad que bebe la ciudad de Vitoria en un año completo, el consumo de toda su población y de su industria. Eso quiere decir que se evitó que la ingente cantidad de agua caída llegara a los ríos y provocara daños mayores", ha destacado Sanz de Galdeano.

El desembalse es "asumible" por la cuenca de los ríos. Además, las previones meteorológicas dan algo de lluvia pero sin episodios de gran entidad.

Lo que aún preocuoa en Eusjkadi es la situación de Roja Alavesa porque se nutre de un acuifero subterráneo que "sufrió mucho el año pasado" y no se ha recuperado como para estar "tranquilos durante un año". Ya se han tomado medidas menores como evitrar el llenado de piscinas o no activar las fuentes sin pulsador.