Los voluntarios no perciben ninguna compensación económica por esa labor de acompañamiento, pero sí tendrán la opción de “canjear” el tiempo que destinen a esa labor social por descuentos, ofertas y promociones en comercios y servicios de ocio y tiempo libre que se vayan incorporando a la iniciativa.

El gerente de la fundación Luis Martínez ha dicho que el banco de voluntarios persigue el acompañamiento y también sensibilizar a la sociedad de la importancia de prestar atención a los mayores “y de lo perjudicial que es la soledad no deseada, sobre todo en el colectivo de personas mayores”.

La labor de acompañamiento se lleva a cabo en la residencia de ancianos de San Diego, que es punto de encuentro de los mayores y de los voluntarios, además de en los centros de día de la Fundación Poncemar.

Ceclor dará visibilidad al proyecto, pero también colaborará activamente en él, porque los establecimientos adheridos a al bando desde Hostelor o la Unión de Comerciantes darán “un trato diferencial” a los voluntarios que formen parte del banco de Poncemar.

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