El curtido de piel, que durante décadas fue emblema de la industria lorquina, atraviesa su peor momento, afectado por una grave crisis de ventas.
Lo ha confirmado la patronal lorquina Ceclor, que asegura que la docena de empresas que siguen abiertas están debilitadas por “una crisis global” y sobre muchas pesa la amenaza del cierre.
De hecho, el curtido de piel “ha sido el sector que más ha sufrido durante el último año” en Lorca, ha dicho el presidente de Ceclor Juan Jódar, que augura “malas noticias pronto, porque no se vende nada y los costes se han incrementado muchísimo”.
Empresas "clásicas" con una larga trayectoria se encuentran entre las afectadas y es posible que “no puedan continuar con la actividad”.
Sobre algunas de las factorías ya pesan expedientes temporales de regulación de empleo.