Un hombre que ha sido juzgado este jueves en la Audiencia Provincial de Murcia acusado de intentar asesinar por estrangulamiento al novio de su expareja en una vivienda de Águilas ha negado que quisiera quitarle la vida, aunque ha reconocido que sí le agarró del cuello en tres ocasiones y que le golpeó con un palo.

Durante el interrogatorio, el procesado, J.I.C., para quien la Fiscalía ha reclamado nueve años de prisión, ha dicho que el día de los hechos, el 26 de enero pasado, acudió, de noche, a la vivienda en la que el denunciante residía con su exesposa, ubicada en un paraje rural de aquella localidad murciana.

Y ha añadido que su intención no era la de asesinar a aquel, sino, solo, comprobar si su expareja había iniciado una relación con el mismo, ya que estaba preocupado por sus hijos, tenidos en común con la primera.

Así mismo, ha explicado que prueba de que no tenía intención homicida es que acudió al lugar desprovisto de arma alguna y que durante los hechos únicamente utilizó un palo para golpear al agredido, evitando siempre alcanzarle en la cabeza.

Ha manifestado igualmente que le agarró por el cuello porque al descubrir su presencia en la casa intentó huir, aunque finalmente lo dejó marcharse del lugar porque, ha asegurado, le pidió disculpas y le prometió que se iría a vivir a otra ciudad española.

La versión de la víctima es totalmente distinta, ya que ha declarado que encontró al acusado en el interior de una habitación de la vivienda, cuando aquel acababa de indicar que lo había esperado esperado en el patio tras un olivo que había junto al inmueble.

También ha revelado que sospechó que alguien había accedido a la casa al ver que una puerta que solía estar cerrada para que no se escaparan los perros se encontraba abierta, para añadir que al entrar en un dormitorio se encontró con el acusado, por lo que intentó salir del domicilio y escapar de la agresión.

“Me agarró por el cuello, y me sentí morir, ya que hubo un momento en que me apretó con tanta fuerza en el cuello que incluso quedé inconsciente”, ha comentado.

También ha contradicho la versión del procesado, que había asegurado que con anterioridad a los hechos no lo conocía, lo que, ha comentado, no era cierto, ya que en varias ocasiones lo había visto junto a su expareja y una vez habló por teléfono cuando llamo al número fijo de la casa y le preguntó por aquella.

Por su parte, la expareja del acusado y actual novia de la víctima ha señalado que aquel conocía que había pasado a convivir con este y que el mismo sabía que el día de los hechos ella no iba a estar en casa porque se había trasladado a una ciudad castellanomanchega para asistir al entierro de su padre.

Durante el juicio han intervenido también las médicos forenses que redactaron un informe sobre la documentación médica emitida por los facultativos que atendieron al perjudicado en un centro de aquella comunidad autónoma, hasta la que se había desplazado aquel tras conseguir salir de la vivienda.

A preguntas de la defensa, han dicho que en la misma no se hace referencia alguna a la existencia de ningún intento de estrangulamiento o que el denunciante hubiera quedado sin respiración en algún momento del ataque.

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