La medida, aprobada el pasado viernes en la junta de gobierno del Ayuntamiento de Murcia, establece que todos los bares y establecimientos de hostelería que quieran instalar barras durante los días más señalados de las próximas fiestas de primavera tendrán que tener limitadores de sonido.

José María Rubiales, presidente de la asociación de bares y cafeterías de Murcia, ha dejado claro que esa música también está presente en actividades externas a los propios establecimientos como son las charangas de los sardineros o durante el propio entierro de la sardina.

Para Rubiales no tiene sentido que esos limitadores de sonido estén en las barras cuando en el exterior los decibelios superaran el nivel establecido. Eso sí, respecto a la instalación de los aseos portátiles, sí se ha mostrado partidario.

A dejado claro que muchos bares pequeños ubicados en plazas y calles estrechas, al llegar estas fechas se llenan de gente y cierran sus aseos para evitar que se llenen de basura y suciedad. Ha recordado también que esta fue una medida que nació de los propios hosteleros hace años.

Hay que recordar que el nivel fijado actualmente se sitúa en los 90 decibelios y que esos limitadores de sonido conectados a equipos de música deben contar con un registro horario de los distintos niveles acústicos.