El popular Malecón de Murcia surge como una necesidad para evitar que la ciudad se inundará ante las crecidas del río Segura. Como ha destacado en COPE Murcia, el cronista de la ciudad, Antonio Botías, se trataba de evitar que ese lobo, el río, se comiera a la oveja, la ciudad. Algo que no siempre se conseguía. Tuvieron que retirar, años más tarde, los meandros de las orillas para evitar sus crecidas.

Su actual infraestructura no difiere mucho de la que tenía hace un siglo, si bien ahora está mejor adornado y ampliado.

El carnaval

También el Malecón fue testigo hace muchos años del llamado”carnaval sucio“, denominado así por estar protagonizado por gente muy humilde que salía vestida con caretas de cartón, plásticos e incluso portando animales en jaulas como ratas. Contrastaba con el otro carnaval, el del casino, más elegante y fino.

El Malecón, según ha dicho Botías, servía de separación entre los poderes políticos y eclesiásticos que representaban edificios como el Palacio Episcopal o el Ayuntamiento de Murcia, frente a la clase más humilde asentada en el entorno de la Plaza de Verónicas o el Plano de San Francisco.

Uno de los edificios más emblemáticos de ese entorno era el Hotel Victoria. Allí sé alojo Marie Curie. Junto a ella, los mejores toreros de principios del siglo XX, y las principales actrices y actores de la época durmieron en sus habitaciones.

Tenía una coqueta cafetería y era muy lujoso. Tras su desaparición se llevaron a cabo una serie de proyectos que no cuajarón del todo, hasta llegar a un pequeño centro comercial.