El sector del metal tiene un papel fundamental en la Región de Murcia. Este supone más de un 10% del total del tejido empresarial murciano. En la Comunidad hay unas 9 mil empresas dedicadas al metal y más de 30 mil personas trabajan en ellas.

Andrés Sánchez, secretario general de FREMM (Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia): “Los datos que tenemos del año 2023 son positivos. Se ha crecido tanto en empleo como en producción. Tenemos 1200 empelados más en el sector del metal”.

Sin embargo, a pesar de estos datos positivos, se necesitan más trabajadores cualificados y más personas dispuestas a formarse en el mundo del metal. “Ahora, con la nueva revolución industrial y tecnológica a la que nos enfrentamos, las empresas requieren trabajadores formados. Estimamos por el contacto con las empresas en 3 mil trabajadores en el sector del metal. Destacan el número de empleados que se necesitan en energías renovables, soldadura... En general todos los sectores del metal necesitan trabajadores cualificados”, ha explicado Andrés Sánchez.

Por otra parte, hay un problema a la hora de retener el talento en España. Problema que no solo afecta al sector del metal. Para Ándres Sánchez “es una cuestión cultural”. El secretario general de FREMM insiste en que “hay que apostar por incrementar las tecnologías dentro de las empresas y, por otro lado, apostar por un empleo estable. Hay que trabajar en otras cuestiones como las medioambientales, responsabilidad social corporativa...”

El mundo del metal es un sector tradicionalmente masculino. Desde la FREMM realizan campañas para que las mujeres se interesen por el mundo del metal.

Andrés Sánchez, secretario general de FREMM: “Cada vez tenemos más alumnas y posteriores empresarias en el sector del metal. Alumnas que demuestran, al igual que los hombres, tener una capacidad para el sector del metal. Afortunadamente la mujeres ya miran con otros ojos el sector del metal y las empresas encantadas”.

Una de esas chicas es Carmen Alba Liras. Ha realizado diferentes cursos relacionados con el metal y ahora es alumna en el grado superior en Construcciones Metálicas. De los 20 alumnos que hay en su clase, Carmen es la única chica.

“Todo empezó hace pocos años, cuando acabé el grado universitario. El máster que yo quería hacer no se encontraba disponible debido a la pandemia. A raíz de eso un amigo me habló muy bien de la FP y decidí probarlo. ”, confesaba Carmen.