Es la historia de Dennis y de Lilliam, una pareja nicaragüense que tiene dos hijos en su país y que llevaban afincados en Lorca desde hacía tres meses en situación irregular. El pasado 9 de febrero Dennis fallecía en extrañas circunstancias. Llevaban trabajando más de dos meses en las labores de construcción de una finca, sin contrato laboral y en unas condiciones de total insalubridad. Ahora comisiones obreras está prestando apoyo jurídico a la viuda, a Lilliam. Además, ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social por vulneración de los derechos laborales fundamentales.

Trágica muerte

Los empleadores les encargaron la tarea de reformar esa finca, un trabajo por el que percibían un salario mensual de 1000 euros que cobraban en mano. Todos los días a las 9 de la mañana los empleadores iban a la finca para comprobar que estaban realizando su trabajo. Eso fue así hasta el 9 de febrero. Esa noche, y después de la jornada laboral, Dennis y Lilliam encendieron el generador dentro del cuarto donde dormían para conectar el móvil y unos focos. Lo único que recuerda ella es despertar en el hospital. Su marido Dennis ya había fallecido. Al día siguiente, el sábado 10, la empleadora tiró la puerta abajo al ver que no respondían y se encontró a los dos inconscientes en el suelo, posiblemente como consecuencia de una inapropiada extracción de gases en esa infravivienda.

Condiciones infrahumanas

Estas insalubres y casi inhumanas condiciones de vida y de trabajo las corroboraba la propia Lilliam. Hoy lo que más recordaba era el intenso frío que pasaron tanto ella como su ya fallecido esposo. También recordaba que todo lo hacían por sus dos pequeños de 7 y 8 años que siguen en Nicaragua. Ahora, y a expensas de ver en qué queda esa denuncia presentada por Comisiones obreras, todas las energías de Lilliam se centran en luchar para que se haga justicia y en repatriar a Nicaragua lo antes posible el cadáver de su marido.