Amparo Espinosa, es mexicana y acaba de realizar un curso de bioética en la Universidad Católica de Ávila. Lo que nunca se imaginó es que estos estudios le han cambiado la vida por completo.

Amparo tiene 78 años y nació en Puebla, en México. Es una mujer en su madurez, a la que el poso de la edad le ha aportado solidez a su pensamiento. Conocida por su filantropía y su lucha por los derechos de la mujer, Amparo tuvo un maestro en su padre. Es hija de Manuel Espinosa Yglesias, fundador del imperio financiero de Bancomer, uno de los bancos más importantes de México.

Amparo es una mujer de fuertes convicciones, y está muy implicada en los movimientos sociales. De hecho, es presidenta de la Asociación por el Derecho a una Muerte Digna en su país, desde la que ha fomentado la eutanasia y el suicidio médico asistido. Por eso, nada hacía prever que cursar el Máster en Bioética y Formación le iba a dar un giro de 180 grados a su vida y a su forma de pensar.

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Amparo tenía muy claro que debía luchar por el derecho a la eutanasia, lo que ella consideraba una muerte digna...

Pero poco a poco, fue dándose cuenta de que la vida no es como ella se la había imaginado. Aunque la gota que ha colmado el vaso ha sido este Máster de Bioética de la Universidad Católica de Ávila, el punto de inflexión le llegó cuando comenzó a leer testimonios de personas que habían acompañado a familiares en un proceso de muerte.

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Todo eso le hizo replantearse sus convicciones y su pensamiento acerca de la muerte digna. Ahora, desde su asociación, Amparo lucha por implantar los cuidados paliativos en los 32 estados federados de México.