Si no podemos ir a la parroquia... la parroquia viene a nosotros. Mientras seguimos en mitad de la crisis del coronavirus, sin poder salir de casa, y sin poder acudir a las iglesias, la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño estrena nueva parroquia. Eso sí, con la particularidad de que es virtual. Se llama Virgen de la Esperanza y quiere ofrecer los mismos servicios que una parroquia normal.

Mons. Carlos Escribano presenta esta iniciativa para afrontar la cuarentena por el COVID 19 con diferentes recursos pastorales en la web iglesiaenlarioja.org: "Cuando comenzó toda esta crisis sanitaria, nos abocaba a situarnos de un modo nuevo. Nos enfrentamos a una realidad que ninguno hemos conocido, y nos pareció que esta iniciativa podía facilitar una serie de recursos y crear un servicio para mantener la comunión en nuestra Iglesia Diocesana. La parroquia virtual se va actualizando día a día y vamos haciendo nuevas propuestas de acuerdo al ritmo que marcan los acontecimientos".

La parroquia no se llama 'Virgen de la Esperanza' por casualidad y mons. Escribano explica en 'El Espejo' que "se trata de pedir a la Virgen que nos ayude y ponernos en sus manos. Y hacerlo bajo la advocación de la Esperanza, tiene una carga intencional muy grande. No solo porque es la patrona de Logroño, sino porque es lo que necesitamos. Pedimos a nuestra Madre que nos de esperanza, que de esta situación de dolor, seamos capaces de sacar el mayor bien posible".

Vamos a sacar una grandísima sabiduría

La web o 'parroquia virtual', ofrece recursos para personas de todas las edades. "Creamos una pequeña estructura y la dotamos -por ejemplo- de un campanario recordando los toques de campana de las 12 horas, el apoyo a los aplausos de la tarde a las 20, y luego pusimos un salón parroquial, el templo parroquial, espacios de escucha, espacios en familia o incluso un pequeño coro. Lugares que tenemos en nuestra parroquia y que quisimos reproducir aquí".

El obispo quiere hacer honor al nombre de esta nueva parroquia y apostar por la esperanza en estos momentos: "La gente tiene una gran madurez y a pesar del sufrimiento, de la confusión y de que no terminamos de ver la luz, estoy convencido de que hay gente que está dejando que esto pose. Vamos a sacar una grandísima sabiduría que va a hacer que muchos elementos que están configurando nuestra realidad social, cambien a mejor. Hay cosas que se están viendo ya: ese sentimiento de caminar unidos, la capacidad de servicio y de solidaridad... Eso se está dando de un modo espontáneo en la comunidad cristiana y en la sociedad en general. Ojalá seamos capaces de asimilarlo y desarrollarlo. Va a ser una cosa que nos va a enseñar mucho, a pesar del gran dolor".