La crisis migratoria supone un desafío para la vieja Europa. Open Arms es un ejemplo de ello y la Iglesia es una de las administraciones que siempre está dispuesta a ofrecer una ayuda.

En 1987 aparece una realidad desconocida en España: la llegada de diferentes asentamientos en Madrid de inmigrantes menores que no estaban acompañados.

“El proyecto comenzó como un afán de dar respuesta a este problema y dimos el paso de centrar los recursos para aquellos menores que, una vez hubiera terminado su protección, tuvieran oportunidades en el país”, ha explicado el director de la Fundación.

Uno de los motivos que les lleva a las personas a estar en una situación de esclavitud es la pobreza y es por ello que “hay inmigrantes que tienen que ir a otros países pero para ello necesitan un acompañamiento para proporcionarles libertad y dignidad”, afirma Callejas. Además ha añadido que en el día a día lo que tratan de ofrecer es un hogar.

La ayuda va dirigida a jóvenes entre 18 y 25 años en una situación de vulnerabilidad. Muchos han sido tutelados ya que son jóvenes refugiados inmigrantes que no tienen familia y, encuentran su red de apoyo en las casas de acogida en donde, ha dicho Calleja: “Ofrecemos ese espacio de seguridad con el apoyo de los voluntarios y sus propios compañeros con la finalidad de que miren al futuro con esperanza”. “De esta forma, somos conscientes que la realidad que persiguen los jóvenes es tener trabajo, pero antes es necesario encontrar un sitio de residencia que cubra sus necesidades básicas”, ha añadido Callejas.

Otro de los objetivos que busca la Fundación de la Merced, es que estos jóvenes den voz para poder sensibilizar a la sociedad ya que “no solo tienen unos derechos, si no unos deberes que entre ellos se encuentra concienciar a la sociedad española sobre este asunto”.

Asimismo, la Fundación cuenta con la ayuda del Gobierno Central, Fondos Europeos, la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento para la financiación de proyectos: “Trabajamos con la colaboración de las administraciones públicas porque al llevar tantos años nos conocen, nos tienen como referencia y principalmente son convenios”, ha explicado cCallejas.

Para concluir, el Presidente de la Fundación ha afirmado que “ahora tenemos el mejor portavoz, al Papa Francisco, porque trata de dar una vuelta a esa connotación negativa que tiene la humanidad sobre los inmigrantes. Estas personas pueden llegar a tener una integración plena y podemos aprender de ellos”.