Los deberes son como una soga para los niños y más para los padres. Para que el tema pase de una manera más fácil y no genere conflictos en la familia. Eso es lo que dice el neuropsicólogo y colaborador de 'Fin de Semana', Álvaro Bilbao, quien asegura que "los deberes, según los estudios científicos dicen que son importantes", porque son "una forma de repasar e interiorizar, y es una forma de que el niño vaya desarrollando la capacidad de trabajar de una manera autónima y sea capaz de esforzarse en una tarea". 

¿Cuántos deberes? Bilbao habla de "la regla de los diez minutos dice que en función del curso en el que esté el niño debería dedicar al día los deberes. En primero diez, en segundo veinte... Que se introduzcan paulatinamente. 

1. Planificación: durante los tres primeros años de Primaria, el niño debe apuntar en la agenda lo que han mandado. Debe tener el material. llevarse el libro, el cuaderno correspondiente... Es algo que muchos niños fallan. La manera más sencilla de solucionarlo es diciendo que no se sale del colegio hasta que no tiene todo lo que tiene que tener.  Si se hace con consistencia durante dos semanas el niño dejará de deajarse el material. 

2. Aplicar consecuencias naturales. Si llega a casa y por alguna situación se ha olvidado la tarea, no pedir sopita a otros padres. Utilizar el grupo de Whatsapp es algo que no deberíamos hacer. 

3. Cuanto antes mejor. Menos extraescolares, menos jugar en el parque, menos jugar en casa de un amigo, y ponerse con los deberes nada más salir del cole. Que sea algo más o menos seguido. La capacidad de concentración de un niño a las cinco de la tarde puede ser el triple que la va a tener a las ocho de la tarde o a las nueve. Nada de dejarles hacer deberes a las siete de la mañana antes de ir a clase. El niño se mete angustiado en la cama. Estamos generando ansiedad. 

4. ¿Hay que ayudarles por los deberes? Hay ayudarles "un poquito" durante los primeros tres años. Asegurándose de que sen dan las condiciones: si va a tener la mesa despejada, que esté bien iluminada, que tenga todo el material a mano... 

5. Revisar y corregir. Nada de eso de "ya he terminado". Ver si hay faltas, si se han acabado todos los ejercicios. El niño todavía no tiene el circuito supervisor a nivel cerebral. Hay que obligarles a hacer la labor de repaso y de corrección.