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¡Muy buenos días España! Bienvenido a 'Fin de Semana'. En este programa de COPE vamos a acompañarte sábado y domingo de 10 a 14h. Sábado de acueducto, más que de puente y ha comenzado la operación salida de las fiestas de la Constitución, el martes, y la Inmaculada, el jueves. Se prevén trece millones y medio de desplazamientos, así que mucho cuidado si nos escuchas desde la carretera. Para este sábado se prevén nevadas en la Cordillera Cantábrica, Pirineos y Sistema Ibérico, heladas en el interior y en Galicia, y nubes en Baleares y Levante. Por cierto, que el puente va a estar trufado de agua, con precipitaciones débiles por casi toda la Península. A las 11h, recuerda, nos dará Olcina los detalles para estas jornadas que son de vacaciones para los que hayan podido juntar algunos días libres.

Y ahora que mucha gente está llenando el tanque, el precio medio del gasoil está en 1 euro con 76 céntimos y el de la gasolina en 1,6 euros. Han bajado los precios, en virtud de las fluctuaciones internacionales y estamos a la espera de si, con el cambio de año, el Gobierno nos va a mantener o no la muy popular rebaja de los 20 céntimos. La medida es muy cara, pero desmontarla también va a tener un precio.

Los sobres explosivos

Justamente la necesidad de controlar el precio de los carburantes y la inflación ha sido lo que ha llevado ayer a la Unión Europea a poner un tope al barril de petróleo ruso. 60 dólares es la cifra pactada, para escándalo de Polonia y los Países Bálticos que querían un castigo mucho más duro a los rusos porque están en la frontera del agresor y les preocupan más la guerra que la economía. Estos países pedían bajar el barril a 30 y querían una novena ronda de sanciones contra Putin. Aquí cada uno tiene sus prioridades, y para nuestros Gobiernos, los de aquí, los de más Occidente, es más amenaza la economía que los misiles; eso eslo que está detrás del acuerdo de ayer. En definitiva, lo que quieren las grandes potencias es controlar la inflación, eso es lo que tienen en mente.

Y, puede, puede que los sobres amenazadores que se están enviando en toda Europa a las embajadas de Ucrania y que en España han llegado a lo largo de la semana a Presidencia, a los ministerios, a la embajada de Ucrania y de EE. UU, y alguna empresa tengan; que ver con el deseo de presionar a Kiev. Vladimir Putin ya ha puesto sus cartas sobre la mesa, dice que quiere negociar pero que para eso hay que reconocerle la conquista de Crimea y las nuevas fronteras que se han puesto por el este de Ucrania, con la incorporación a Rusia de los territorios ganados.

El ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania informó ayer de que los envíos de paquetes a las embajadas ucranianas de Hungría, Polonia, Holanda, Croacia, Italia y los consulados en Nápoles, Cracovia y Berno, en la República Checa; contenían ojos de animales. Hay que tener mal gusto. Un segundo sobre en España a la embajada de Ucrania también contiene estos ojos, esta vez la carta no fue enviada desde España -como el resto de los paquetes-, sino desde el extranjero. En los Balcanes y en el sur de Italia los métodos de los mafiosos para amenazar a quien se niega a colaborar incluyen estoss envíos de balas o partes de animales muertos. Insisto, pésimo gusto, muchísima crueldad y un asquito.

La treta del Gobierno

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La algarabía por lo de los sobres y el fútbol son las dos grandes armas que esta semana se ha encontrado el Gobierno para tapar los follones de la política. Porque hay que ver que espectáculo que están dando en el Congreso. La ministra que legisla a favor de los agresores sexuales y que insulta a la oposición y dice y diciendo que el PP favorece la cultura de la violación, ella con lo que tiene encima; el ministro Marlaska acosado por la evidencia de que han muerto emigrantes en suelo español, no quiere reconocerlo, pero las fotos, las películas, todo le acusa; los filoetarras, o sea, los partidarios de los etarras, eso no es un insulto es una definición que viene del griego, partidarios de los etarras, ofendiditos porque les llaman así. Madre mía, insisto, qué semanita.

Quedan tres semanas para Navidad y alguno podría pensar que Pedro Sánchez está con el agua al cuello. Jo, no hijo, no, jajaja...mada más lejos de la realidad. Lo más difícil ya lo tiene hecho. Ha pactado los presupuestos que le garantizan el poder hasta el final de la Legislatura y no se le ha movido una ceja para pactarlos con Bildu y los independentistas catalanes. El precio ya lo sabemos, quitar el delito de sedición, acercar a los etarras y sacar a la Guardia Civil de Navarra. ¿Alguien da más? Empieza ahora la cuenta atrás hasta fin de año para meter a capón las leyes conflictivas, las que le han produdico roces con sus socios, y conseguir que el año comience en paz, entre comillas, de modo que en febrero Pedro Sánchez pueda salir de camapaña electoral. Esas normas son la Ley Trans, encallada en el tema de los menores; la de bienestar animal, donde la pelea es por los perros de caza y pastoreo; la de vivienda, en la que los de podemos quieren poner un tope a los alquileres y la de seguridad ciudadana, en la que se quiere prohibir el uso de pelotas de goma a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Te lo advierto, el Gobierno va a pisar el acelerador y tú ni te vas a enterar, nos lo va a meter todo entre el pavo de Navidad y los Reyes en enero, bien regado con los goles del Mundial.

Muestra de estas prisas es el anuncio ayer de que se aplaza un año la nueva selectividad. Se había anunciado que los muchachos harían las pruebas tipo test y con redacciones de 150 palabras, al estilo tuit; y el escándalo entre profesores y académicos ha reventado el acuerdo. Pues hala, al cajón y a otra cosa, que en 2023 lo que hay que ganar es las elecciones locales y autonómicas y regar todos los territorios bien con dinero de los fondos europeos para asegurarse las generales. Es un cinismo extraordinario. Lo de menos es la materia d efondo ni lo que se discute, el problema de bienestar de los ciudadadanos son pelillos a la mar.

CÉSAR LUMBRERAS Y 'AGROPOPULAR' PREMIO BRAVO

Dejadme por lo menos que me alegre con la concesión de los Premios Bravo, que este años han recaído muy justamente en nuestro compañero de sábado, César Lumbreras, histórico conductor del mítico 'Agropopular'. El comunicador ha recibido galardonado por la Conferencia Episcopal en la categoría de radio. Y Jorge Bustos se ha llevado el Bravo de prensa. Enhorabuena a todos los premiados y muy especialmente a Jorge y César.