¡¡¡Muy buenos días España!!!!! Es domingo 30 de abril de un fin de semana de puente del Día de los Trabajadores. Con seis millones y medio de desplazamientos y un éxito total de ocupación turística. El calorazo aflojó ayer en una jornada que incluso trajo chaparrones. En Murcia, la cosa derivó en tormenta torrencial a partir de las siete y media de la tarde. Las fortísimas lluvias y rachas de viento obligaron a desalojar a 18.000 asistentes de un festival que asistían en ese momento al concierto de la banda de rock británico Temples. En el lugar del festival cayeron 27 litros por metro cuadrado, en Murcia capital fueron 15. Los bomberos realizaron una treintena de salidas para retirar ramas de árboles de la calzada, palmeras, semáforos y tejados que han volado y achicar garajes.

Hoy las temperaturas serán más benignas pero, a partir del lunes-martes, volverán a subir los termómetros.

Tensión en la recepción de Ayuso con motivo del Día de la Comunidad de Madrid

Y si hubo tormenta meteorológica ayer, en Madrid se avecina tormenta política el martes. Como todos los años, las autoridades de la Comunidad de Madrid invitan a una recepción en la sede de la Puerta del Sol el día 2 de mayo, fiesta de la Comunidad y memoria del alzamiento contra los franceses por la invasión de Napoleón. Por eso ha sorprendido que el delegado del Gobierno, Francisco Martín, autorizase para ese día la convocatoria de una manifestación contra Isabel Ayusoa las puertas mismas de la sede de la Comunidad. Se trata de la cita de los afectados por la línea 7b del metro, a los que han apoyado varios ministros del Gobierno. Y el colmo ha sido que el ministro de la presidencia, Félix Bolaños, se ha autoinvitado a la recepción de Ayuso.

Recibir a un autoconvidado es siempre difícil, pero si encima te convoca una manifestación en la puerta es casi imposible. Fuentes de la Comunidad de Madrid me han explicado que no piensan reservar asiento a Bolaños y que, si insiste en presentarse, lo considerarán una provocación. Ya veremos qué ocurre el martes en este nuevo capítulo de la batalla entre Ayuso y Sánchez.

Viaje del Papa a Hungría

Y hoy termina la valiente visita del Papa Francisco a Hungría. Es sabido que Francisco no suele viajar por Europa y que prefiere destinos pobres y marginados, con comunidades católicas en dificultades. Por eso ha llamado la atención su visita al país en el que el primer ministro Viktor Orban desarrolla una política euroescéptica que choca de continuo con Bruselas y que ha supuesto una barrera a la emigración musulmana de refugiados afganos o sirios. Es el segundo viaje del Santo Padre a Hungría, que ya visitó brevemente con motivo del Congreso Eucarístico, y la insistencia tiene que ver con la guerra de Ucrania. Hungría ha recibido un millón de emigrantes cristianos de este conflicto y es un país partidario de avanzar en conversaciones con Rusia para buscar una salida. Coincide en este punto con el Papa, que se desespera por la incapacidad de los líderes mundiales para plantear conversaciones de paz.

La concepción cristiana de ambos, Bergoglio y Orban, es distinta. Orban, que es cristiano calvinista, hace de la fe una bandera política nacionalista. Para el Papa, el cristianismo es un abrazo abierto al mundo entero, sin distinción de credos ni razas, donde la incoherencia consiste en ser indiferente a la tragedia humanitaria. Su mera presencia en Hungría supone una corrección frente a la xenofobia o la ideologización. En sus discursos ha pedido alejarse de los populismos y acoger a los emigrantes. Francisco ha pedido una vuelta al auténtico espíritu europeo, mirando más allá de las fronteras. El viaje también ha sido delicado para la Iglesia húngara que, por un lado, recibe el impulso del Gobierno, pero por otro lado recela ser víctima del “abrazo del oso” de un Gobierno al que la posición acusa de coartar la libertad judicial y de prensa. El Papa ha salido vencedor en este pulso porque ha sabido dirigirse al cariño de la gente, a los corazones abiertos. Esperemos que sea un impulso para acabar con la guerra.

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La campaña electoral de Pedro Sánchez

Y mañana es el Día del Trabajador, fiesta del primero de mayo. Como no podía ser de otro modo, Pedro Sánchez tenía que hacer su guiño electoral y ha prometido ayer 1300 millones en Formación Profesional parea crear 45.000 plazas bilingües, 824 nuevos centros de capacitación digital y 1500 aulas de emprendimiento. Promete y vencerás.

Además no cuesta dinero prometer. Los nuevos votantes de 18 años y la franja de jóvenes hasta 30 son especialmente apetecidos por el PSOE. Conscientes de que sus principales preocupaciones son la vivienda y el trabajo, en el país con más paro juvenil de Europa, Sánchez ha dedicado la semana a prometer casas y formación laboral.

En esta mañana de domingo, víspera del 1 de mayo, queremos mirar, más allá de hipótesis interesadas, cuál es el futuro del trabajo y calcular las mejores posibilidades para nuestros hijos.

El de España es un mercado extraño, con tres millones de parados, que han aumentado cien mil más en la última EPA, pero con falta de empleados para la construcción, la recolección agrícola o la conducción de autobuses y camiones. Hay también 150.000 empleos industriales y especializados sin cubrir. ¿Por qué? Vamos a analizar todo esto y atisbar cuales serán las profesiones del futuro y cómo nos va a afectar la llegada de la inteligencia artificial.