Es el eterno dilema: tener orden o ser ordenado; o ser desordenado u ordenado… ¿De qué manera afecta una u otra cosa en nuestra salud? Porque, aunque parezca mentira, tiene mucha más importancia de la que creemos.

Por eso, este domingo es el tema ‘a debatir’ en la sección ‘Cuerpos y almas’ de ‘Fin de Semana’ COPE que Cristina L. Schlichting comparte junto a la endocrina Carmen Candela y el psicólogo Pedro Martínez.

Cuenta Pedro que “existen estudios que dicen que las personas que tienden a ser ordenadas, que tienen las cosas en su sitio, tienen mejores acciones; son más buenas, entre comillas; tienen mayor tranquilidad y experimentan una salud mejor. Es decir, tiene mayor alegría, positivismo y esto contribuye también a que el cuerpo esté en buenas condiciones”. Algo que afirma la endocrina y, añade también que “el orden, en general, es el autocuidado que también forma parte del orden. Así que la gente que tiene autocuidado, tiene un entorno ordenado”.

En este aspecto señala el psicólogo que “el orden genera estructura cerebral”. Y, es el momento en el que Cristina recuerda un estudio que además de señalar que el orden mejora la distracción porque se distraen menos, también reduce el estrés, ayuda a dormir mejor y previene la obesidad; aspecto este último que sorprende a la presentadora de ‘Fin de semana’.

La relación del orden con la obesidad

¿Qué hay de cierto? Nos lo explica Candela, “la persona caótica se descuida más a nivel físico, come más desordenadamente” porque como recuerda la endocrina “el orden incide en todo” y asegura que “la gente ordenada es más metódica, normalmente”.

Analizando ese estudio del que hablaba Schlichting, añade Martínez “que el orden genera en el ser humano la sensación de tranquilidad, control y reduce la incertidumbre, el miedo”. Como explica el psicólogo “en cuanto la personas percibe su orden sí que genera neurotransmisores que le hacen es que esté más tranquilo, que reduzca el estrés y sea capaz de tomar decisiones más sanas”.

El desorden ordenado

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Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de orden hay que saber diferenciar entre si “se depende del orden o no se depende del orden”, como apunta Pedro. Y aquí tiene mucho que ver ese aspecto del que muchos hablan, ese que seguro hemos oído más de una vez: “tengo un desorden ordenado”.

No hay que olvidar que también hay estudios que reflejan que las personas inteligentes, que han conseguido descubrir cosas importantes eran tremendamente desordenadas, su cabeza era caótica. Por eso, el psicólogo considera también ‘importante’ ese desorden porque “de esas personas descubres otras muchas cosas: el mundo de sus intereses. Son personas que tienen interés en determinados aspectos de la vida y lo desarrollan mucho mejor, de ahí los genios”, señala el psicólogo.