Que España se está quemando es una realidad que todos hemos asumido durante estas últimas semanas. Los más de 39 incendios forestales que se han llegado a registrar están complicando mucho la vida este verano, aunque el reciente descenso de las temperaturas en algunas zonas del país está dando un respiro a los efectivos de extinción que están luchando contra ellos. Aun así, el balance hasta ahora es desolador. Y es que en los últimos días, el fuego ha calcinado 80.000 hectáreas en siete comunidades autónomas, dos personas han fallecido y otras dos se encuentran ingresadas con quemaduras graves, además de las 10.000 que han sido evacuadas y han perdido todo.

Hasta ahora, el incendio de Tábara (Zamora) ha sido uno de los más complicados y el que nos ha dejado una imagen díficil de borrar de nuestra memoria, la de Ángel Martín, un vecino que, en un arrebato de valentía, fue directo hacia el fuego, se subió a su excavadora e intentó hacer un cortafuegos de emergencia, una acción que Antonio Novillo, jefe del servicio de bomberos del Ayuntamiento de Alcorcón y miembro de laAsociación Profesional de Técnicos de Bomberos, considera que "no debemos hacer", aunque por otra parte, es "entendible". Pero, sin duda, "hay que saber cómo se comporta el fuego antes de llegar a exponerse a esa situación".

Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Cómo tenemos que reaccionar si nos encontramos ante una situación así? Debemos estar pendientes, sobre todo, "de la dirección del viento"; también, "fijarse en el frente de las llamas", lugar hacia donde no debemos dirigirnos, sino "escapar de forma perpendicular", además de "rodearlo y ponernos de espaldas", explicaba en 'Fin de Semana COPE'.

¿Y si tenemos el fuego encima? Aunque es una situación que debemos evitar, siempre tenemos que mantener una franja del terreno de, aproximadamente, unos 30 metros de ancho "limpia de terreno vegetal". Si también tenemos plantas hornamentales como pueden ser las resinosas o las arizónicas, "debemos tenerlas muy recortadas" porque favorecen el paso del fuego. Lo mismo ocurre con los árboles, los cuales deben estar podados.

Un punto importante son las columnas de humo, que pueden ser pequeñas, de mayor dimensión y tumbadas. Si son de mucho volumen, muy verticales y oscuras, "cogen las copas de los pinos", mientras que las tumbadas y claras, "queman los rastrojos, los cereales".

Pero, ¿por qué hay tantos incendios, los llamados de "sexta generación"? Por el cuidado del campo, algo más desarrollado al término de la Guerra Civil española, que cambió en los años 60 cuando ya se empezaron a abandonar y que culminaron en los años 80-90, cuando se presentaron los de cuarta y quinta generación.

Aún así, lo que debemos hacer si el fuego avanza es "mantener la calma, intentar respirar profundo y no entrar en pánico", aunque lo más importantes es llamar al 112, "nunca pensar que ya lo ha hecho alguien antes" ya que, cuantas más llamadas se registren, "más ayuda se envía", concluía Antonio Novillo.