La última estafa presentada por Nacho Abad en 'Fin de Semana' con Cristina López Schlichting ha provocado la sorpresa de los colaboradores: Unos regantes se han llevado miles de millones de litros de agua del embalse del Pintado. "Toda la cuenca del Guadalquivir está a un cuarto de su capacidad total", según el meteorólogo Jorge Olcina. En el caso de este embalse, está por debajo de esa cifra, según los últimos datos, a un 24,65%. No hay ningún contador. Cuando se habla de una comunidad de regantes, existe un medidor, pero para que se consiga realizar sin que salten las alarmas, es necesario que mire para otro lado la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que es la 'policía del agua'.

Una escucha ha permitido acceder al modus operandi con el que se conseguía realizar este entramado para que pasara inadvertido. Con la connivencia de las autoridades. Se oye como un hombre ordena a una mujer que cambie las cifras del contador del agua: "Modifica la lectura inicial". Ella accede diciendo: "Pues modifico la lectura inicial: 300.000". Y añade: "Modifico la lectura final: 300.000". La señora apostilla, que la diferencia entre las cifras que se han modificado señalan que no se ha escapado nada de agua: "Consumo 0".

Y este favor se ha entregado a cambio de unos jamones. Todo ello desató la risa de los colaboradores de Fin de Semana con Cristina López Schlichting, sorprendidos de la impunidad con la que actuaba. "Olé", respondieron al unísono entre risas. "Vamos, sin ningún empacho", comentó Cristina. El psiquiatra José Miguel Gaona ha ironizado con esta situación: "Oye que es por un jamón, además pata negra". "Jamón de Bellota", apostilló Nacho Abad.

Situación crítica de los embalses

La falta de lluvias ha hecho que los embalses estén en mínimos, con unas reservas que se sitúan a un tercio por debajo de la media de la última década. Aunque la situación es muy distinta en función de las cuencas de las que dependen estos ríos. Además, los agricultores son quienes se llevan la peor parte, dado que son los primeros en sufrir las restricciones. Cada cuenca tiene sus propios protocolos y umbrales a partir de los cuales reducen o, llegado el caso, suprimen el agua para uso agrícola.

La situación es muy variable, en función del lugar del país en el que estén ubicadas, dichas reservas pueden superar el 80 por ciento, como ocurre en el País vasco. Mientras que en lugares como el Guadiana o el Guadalquivir están a poco más del 20 por ciento.

Lo malo de todo esto es que las previsiones para septiembre tampoco son muy buenas. Pues la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha previsto que septiembre sea un mes menos lluvioso de lo normal. Y si sumamos las restricciones de este verano, las pérdidas en el campo son considerables.

El Gobierno está elaborando los planes de las cuencas, que son de su competencia que consisten en un recorte del agua de riego del 5 por ciento desde este año al 2030, y del 15 por ciento hasta el año 2050. Y todo esto en un país que el año pasado fue líder en Europa en el desmantelamiento de presas.