“La posibilidad de que el cuerpo de Anna esté circulando a través de la corriente va a hacer que sea dificilísimo, prácticamente imposible encontrarla, si no está metido en otro petate”. Así se expresa el experto en búsqueda por georadar, Luis Avial, que en Fin de Semana de COPE explica los sistemas y herramientas que está utilizando la Guardia Civil para localizar los cuerpos tanto de Anna como de Tomás Gimeno en el marte de Tenerife.

Avial es director técnico de Falcon Georadar, y explica a Cristina López Schlichting que tiene “muchas dudas de que se pueda conseguir algo más”. “Están rastreando al detalle con cámaras de visión de alta definición, buscando en la zona cercana, por si hubiese un doble milagro”, aclara. El principal escollo, no obstante, es el pequeño tamaño del cuerpo de Anna, que apenas es un bebé. “El problema es que ni el sonar ni la ecosonda puede detectar un elemento que no tenga un continente, una maleta, un ancla o una botella, pero el cuerpo de un bebé es más de un 70% de agua”.

“Están verificando que no haya más bolsas en la zona, porque entonces sí habría una posibilidad”, especifica Avial. Sobre la posibilidad de localizar también el cuerpo de Tomás, el experto es todavía menos optimista: “La Guardia Civil está centrada en el primer sitio, que es donde él realiza estas actuaciones, pero vuelve a puerto y vuelve a salir. Ese es otro sitio más lejano, y tenemos la misma casuística que con el bebé”.

La tecnología para buscar a Anna

Una de las cosas que quiere recalcar “utilizar tecnología de un barco oceanográfico para un crimen, algo innovador en el mundo”. “Lo que está utilizando es unos sensores remotos, una ecosonda que va en el casco del barco y, por ultrasonido, hace una radiografía del fondo. También lleva un torpedo arrastrado que va transmitiendo un perfil del fondo con muchísima definición para localizar cualquier objeto exógeno al geológico, pero en un fondo muy complicado”, concreta el director técnico de Falcon Georadar.

Otro de los principales problemas que están teniendo en las labores de búsqueda es la orografía y la profundidad del mar: “Este perfil del fondo, a 1.000 metros de profundidad, tan rocoso, era un hándicap tremendo”.

“Se ha dado la casualidad de que se ha podido traer este barco, no todos los países pueden utilizar estos sistemas. Había un posicionamiento muy claro de la señal telefónica de esas conversaciones finales y, con un radar de detección de pateras, había un pajar en el que buscar la aguja, aunque sea en medio del mar”.

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