Llegamos a casa y tenemos que hacer la tan temida tarea: abrir los armarios donde guardamos ropa de todas las estaciones del año. Nuestra habitación acaba llena de todo tipo de prendas, incluso de aquellas que ni recordábamos que teníamos. La ropa se acumula por todos lados y, además de la cantidad de tiempo que llevan guardadas, tienen una cantidad de polvo acumulado que es de tiempos inmemoriales. Por no hablar de que, al hacer este cambio de armario, encontramos los clásicos calcetines desparejados. Y esto es solo con la ropa y el armario. Porque luego está la nevera que huele raro y no sabemos por qué, la mampara cuyos cristales no dejan ver nada desde hace años, etc. La vuelta a casa, tras unas largas vacaciones, trae consigo la necesidad y obligación de limpiar y ordenar nuestra casa para que no parezca una pocilga. Por lo que hay que ponerse cuanto antes manos a la obra.

Pero hay personas que aprovechan todo esto para hacer un cambio en casa, una remodelación que no precisa de obras: mover algunos muebles, cambiar las cortinas, cambiar la decoración, limpiar a fondo el baño, la cocina y, de paso, cambiar el fondo de armario. Sin embargo, nos es tan fácil hacer esto (mucho menos con niños pequeños). La madre y experta en ordenar la casa, Begoña Pérez, más conocida como @la_ordenatriz, ha explicado que la persona ordenada "normalmente nace. El que nace ordenado no lo puede evitar y tiene un don, en mi opinión. Y luego estamos los que lo vamos a prendiendo". "Estamos en un mundo en el que corremos tanto que, de repente, nos damos cuenta de que nuestra cocina está desordenada y la queremos ordenar (...) Del 'yo lo quiero ordenar' al 'tenerlo ordenado', no queremos que pase tiempo, no tenemos paciencia", ha comentado. El problema es que no es algo que podamos ordenar de inmediato, primero hay que llegar al origen de ese desorden, luego darnos cuenta del desorden y que queremos orden. Y para ello, lo mejor es "sacarlo todo y volver a empezar", ha añadido. "Una vez que tenemos ese orden, que es pesado al principio, ya es muy fácil de mantener", ha argumentado.

Adiós a la peste en la nevera

Si queremos librarnos de ese olor extraño que hay en la nevera, Begoña nos da un buen truco: agua oxigenada. "Yo descubrí que con agua oxigenada se quita muy bien el olor", ha explicado. La clave para que funcione este truco es que, "después de limpiar muy bien la nevera", dejar las bayetas, empapadas de agua oxigenada y apoyadas en un plato para que no manchen, dentro del frigorífico y "cambiarlas cada 12 horas", durante tres días. En ese plazo de tiempo el olor habrá desaparecido.

Paciencia

La clave para todo esto es la paciencia, que es la madre de la ciencia, tal y como Begoña Pérez explica en su libro 'Limpieza, orden y felicidad. Pequeños trucos para evitar grandes desastres'. Esto se debe a que a simple vista, aunque parezca fácil mantener nuestra casa ordenada, no lo es. Queremos ser inmediatos cuando la realidad es que aprender a ser ordenados es algo que lleva un tiempo para lograrlo. Por lo que, cuando intentamos ser ordenados y no nos sale a la primera, en vez de tirar la toalla, lo que tenemos que hacer es volver a empezar y repetirlo una y otra vez hasta que salga.