Como resultado del estrés y de la vida tan ajetreada que llevamos, cada vez tenemos más cantidad de cortisol en nuestro organismo. Se trata de una hormona que nuestro cuerpo libera en situaciones estresantes, y que a la larga, sobre todo cuando el estrés es crónico, nos puede ir deteriorando el cerebro.

Para evitar que los niveles de cortisol estén fuera de control, la psiquiatra Marián Rojas ha encontrado un remedio: "Se me ocurrió crear una playlist para ayudar a que la gente bajara sus niveles de cortisol." Según la especialista, están demostrados los beneficios que aporta escuchar música. "Todos nos hemos dado cuenta alguna vez que una música buena, un concierto de música clásica, una ópera bonita... tiene la capacidad de transformar nuestro estado de ánimo."

Marián Rojas ha explicado que los ritmos y los pulsos lentos de la música clásica nos hacen, a veces incluso sin darnos cuenta, que entremos en un estado de relajación, hasta de ensoñación en ocasiones. "Hemos visto que se baja el pulso y el ritmo cardíaco es más lento, la presión sanguínea es más baja, mejora la concentración, y disminuye la tensión muscular", admite la psiquiatra. Se realizó precisamente hace unos años un estudio en Oxford en el que más de 100 personas escucharon a un compositor británico y se les medían los niveles de cortisol. Se veía, efectivamente, que bajaba la frecuencia cardíaca, que la persona tenía un estado de muchísima más tranquilidad, y que sus ondas cerebrales estaban mucho más acompasadas.

También hay un mejor manejo del dolor cuando se escucha música de este tipo. En pacientes que tienen patologías musculares se ha visto que tener una música de fondo relajante y tranquilizante ayuda. "De hecho, cuando vamos a algún sitio de masajes o a un spa se suele acompañar de este tipo de música.", comenta Rojas. Por otro lado, puede venir bien para el imsomnio, ya que los patrones de la música clásica nos ayudan a conciliar el sueño

Pero, ¿qué genera la música en el cerebro? Una vez que los sonidos llegan al oído, se transmiten a nuestro tronco cerebral y desde ahí van a la corteza auditiva primaria, se mueven por las redes del cerebro e incluso van a la zona de la memoria. "¿A quién no le ha pasado que de repente te llega una música y en ese momento se te empañan los ojos o se te eriza la piel?", ha recordado Marián Rojas. La razón, según la especialista, es que la música ha liberado en ese instante dopamina en el cerebro, la hormona relacionada con el placer, desde las relaciones sexuales a los placeres adictivos, pero también está presente en la música.

¿Qué tienen en común estas canciones para resultar terapeúticas?

Marián Rojas ha creado la playlist en colaboración con sus seguidores en las redes, que le han ido compartiendo cuáles eran sus canciones relajantes favoritas. Pero, según la psiquiatra, no sirve cualquiera, deberían cumplir unos requisitos: "Para llegar a ese estado de relajación y de bienestar, es necesario e ideal que esta música tenga un tempo de 60-80 golpes por minuto". Por ejemplo, el rap tiene 90-110, el reguetón tiene 120, o el punk tiene 190.

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La lista incluye, entre otros, temas de Ludovico Einaudi o el conocido tema 'Only time', de Enya. "Esa melodía se armoniza con las ondas cerebrales, se armoniza con cómo nos sentimos, y ese tempo de repente va teniendo el mismo ritmo que nuestro corazón", explica la terapeuta.

Rojas ha puesto en valor que la musicoterapia y la neuroterapia cada vez ayudan más a personas con todo tipo de dolores, fibromialgia, en pacientes de cáncer, e incluso Alzheimer. "Se ha visto que en personas que tienen problemas neurológicos, la música tiene la capacidad de activar zonas muy profundas y recuerdos muy primarios de nuestra infancia, y mejorar nuestro estado de ánimo", ha concluido la especialista.

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