Luis del Val pone el foco de La Imagen del Día de este martes en 'Herrera en COPE' en las divisiones entre los socios de Gobierno a raíz de la guerra en Israel, algo que ya adelantaba Carlos Herrera que tarde o temprano iba a acarrear un incidente diplomático con el país de Oriente Próximo:

La Ministra de Derechos Sociales, Excelentísima señora doña Ione Belarra, ha declarado que Israel está cometiendo un genocidio sobre Gaza. Se ha debido olvidar de que a finales de septiembre le ingresaron su sueldo de ministra, y de que a finales de este mes sucederá lo mismo. Y es que es ministra del Gobierno, y no está en una asamblea de facultad, votando que en el viaje de estudios se borre a Israel porque es un país genocida.

La palabra genocidio la creó Raphael Lemkin, al observar la matanza que los turcos llevaban a cabo contra los armenios, y, luego, la aplicaría al genocidio que cometieron los nazis con los judíos, como muy bien sabe la culta ministra. O sea, el extermino de un grupo humano basado en su etnia, nacionalidad o ideas políticas. Israel no está cometiendo ningún genocidio, y la embajada ha protestado, con razón, y el ministro de Asuntos Exteriores, en primer tiempo de saludo ante su señorito, Pedro I, El Mentiroso, en lugar de dar una respuesta diplomática, ha creado un conflicto diplomático. O sea, que Pedro I, El Mentiroso, es el presidente de turno de la Unión Europea, donde todos los países apoyan a Israel, pero, como presidente del gobierno de España, dice que la que miente no es su ministra, sino el embajador de Israel.

Como dirían al otro lado del Atlántico, este hombre es como el ave del tero-tero, que hay un nido en el que canta y en otro pone los huevos. Le está quedando la presidencia europea casi niquelada. Por si fuera poco, el Centro Europeo de Lucha Contra las Amenazas Híbridas ha redactado un documento que ya tiene la OTAN en el que afirma que los separatistas catalanes recibieron ayuda logística y financiera de Rusia, dentro del plan ruso de socavar la seguridad de la Unión Europea. Esto se califica de Alta Traición y en algunos países, como Alemania, se castiga con cadena perpetua. Bueno, pues los asombrados miembros de la Unión observarán cómo su presidente de turno va a amnistiar a los separatistas que cometieron un delito de alta traición contra la seguridad de la Unión Europea. Los españoles ya sabíamos del cinismo del personaje, pero es que ahora se van a enterar los 27 países de la Unión Europea. Gracias, Belarra. Por vez primera creo que ha llevado a cabo un buen servicio a su país.

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