Luis del Val compara lo ocurrido en las elecciones gallegas y vascas con una boda en su imagen en "Herrera en COPE":

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"Escuchar los análisis sobre los resultados electorales, equivale a hablar de la boda, pero tendrás que adivinar si el invitado lo fue por parte del novio o de la novia. Los que van de parte del novio son más misericordiosos con los defectos del marido, mientras observan a la futura esposa con severidad subjetiva y exigencia extrema. Más aún, a los que les parece bien que los conservadores gobiernen Galicia, elección tras elección, y lo consideran una cualidad de la prudencia de ese pueblo, se impacientan -o se impacientaban hasta hace poco- de que en Andalucía sucediera exactamente lo mismo con los socialistas, y no lo llamaban prudencia, sino sumisión y aburrimiento de rebaño resignado. Eso se llama subjetividad, o, como decía al principio, las diferencias implícitas que surgen, según uno vaya de parte del novio o de la novia.

Y, como en todas bodas surgen nuevas parejas, aquí, las elecciones vascas incitaron a crear una pareja de hecho formada por Partido Popular y Ciudadanos. Algunos auguraron que ese era el camino, pero el resultado de este matrimonio temporal tampoco ha sido excitante, por lo que presumimos que las dos familias volverán a plantearse si esa asociación produce más votos de los que desvía.

Además de la clarísima victoria de Feijó en Galicia es evidente el fracaso de Unidas Podemos, de soltera Unidos Podemos. En realidad, si uno se sitúa en un lugar en el que no se encuentra ni de parte del novio, ni de la novia, hay que reconocer que Podemos, más que un partido de sólida estructura nacional, es más bien un conglomerado de intereses acompañados de una franquicia. De ahí que los líderes regionales sean personas variopintas y heterogéneas, que tiñen la franquicia con sus características. Y eso es inquietante para el cliente. Si tu pides una consumición en 100 Montaditos o en Volapié, la consumición apenas varía, la pidas en Zaragoza o en Sevilla, pero en Podemos hay tanta variedad de líderes y tantas mareas que llegas a marearte. En principio, esta es la consecuencia del estalinismo del gran timonel, Iglesias Turrión, que sólo quiere personas afines y fieles, y si son mujeres, que estén muy pegadas a él, pero como ya ha anunciado que va a hacer autocrítica, me imagino que la culpa del desastre de Podemos en estas últimas elecciones automáticas, serán una consecuencia de las cloacas del periodismo que, en lugar de respetarle y admirarle, informan sobre sus mentiras y sus imposturas ante los jueces.

Pero lo que me parece más inquietante, sin venir de parte del novio o de la novia, es que, en el País Vasco, entre el PNV y los palmeros de los asesinos, suman más de 66 por ciento, lo que significa que, dos de cada tres ciudadanos que viven en el País Vasco, asumen las tonterías supremacistas de Sabino Arana, y los clubs de fans de los asesinos. Nada que objetar ante los votos. La burguesía acomodaticia de los nacionalistas -más interesados en el reparto de beneficios que en ideologías- despreciarán a la inquietante segunda fuerza más votada y se apoyarán en el PSOE. Pero han contribuido tanto a lavar la cara de los abertzales y a recoger las nueces que les proporcionaba el terrorismo, que puede que un día sean desplazados por éstos, y eso sí que supondrá menos reparto de beneficios y puede que la vuelta del impuesto revolucionario, pero esta vez con fiscalidad legal".

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