Este miércoles nos deja, también, la historia de Ion Pesquera. Un niño valenciano que se grababa un vídeo y lo subía a Internet.

Ion no quiere que el único bar que hay en Vallanca -un pequeño pueblo valenciano de apenas 150 vecinos- cierre. Más que nada porque, como ocurre en municipios pequeños, el bar es mucho más que un lugar para ir a comer.

Por eso, el niño ha aireado las ventajas del local a través de las redes sociales. En apenas 1 minuto de vídeo, Ion ha dejado claro que el bar siempre está lleno. Que, además, el edificio puede funcionar como hostal. Que también hay espacio para guardar bicis y alquilarlas. Y, sobre todo, que está en un entorno precioso.

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Mi hijo pidiendo que alguien venga a explotar el bar, hotel, alquiler de bicis del pueblo porque si no, se acaba la vida aquí. Comparte por favor. Ven a vivir y trabajar al pueblo. Todo montado, solo hay que currar pic.twitter.com/BKz6V1fzhS

— aranxixi (@aranxixi) October 18, 2020

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Su gen comercial ha hecho efecto. Más de 400.000 visualizaciones tiene el vídeo. Y lo mejor es que, a raíz de las imágenes, el Ayuntamiento ha recibido más de 200 solicitudes para quedarse con el negocio.

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A falta de que el consistorio se decida por un candidato, Ion ya puede estar bien orgulloso de haberse convertido en un ángel de la guarda para el bar de Vallanca.

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