Estamos acostumbrados a realizar las rutinas más normales y básicas sin ningún problema. Vestirse con las dos manos, ducharse... y así todas las actividades a las que estamos habituados a ser autónomos.

Ana Ortiz es una joven valenciana que nació sin su mano izquierda, estos días está probando una mano biónica y descubre qué es lo primero que querrá hacer con su nueva mano. La sencillez y la normalidad es algo que no valoramos y, sin embargo, cuando nos falta es lo primero que echamos de menos.

Su discapacidad se convirtió en una destreza

Cuando comenzó esta historia, en septiembre de 2021, Ana tenía 14 años. Nacer sin la mano izquierda, lejos de desanimarla, hizo que aumentase su destreza y sus ganas de luchar.

Como a Ana le gustaba hacer pulseras, se lanzó a hacerlas y así creó un proyecto en internet para recaudar 60.000 euros que cuesta una mano biónica. A este proyecto le llama "Pero qué bonita eres", con este nombre homenajea a su madre que le repetía la frase una y otra vez cuando era pequeña. Trabaja a través de redes sociales y de su número de WhatsApp y ya tiene cien mil seguidores y un amplio catálogo de pulseras y collares a la venta.

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No le ha bastado conseguir ese dinero para su mano biónica, sino que ha creado una Fundación para ayudar a otra gente en su misma situación y que puedan conseguir manos biónicas a través de la venta de joyitas caseras, pues las manos biónicas es un trasplante muy caro y que la Sanidad Pública no costea. Estos días está probando el prototipo y dice tener claro lo primero que hará con su nueva mano: comerse un yogurt y disfrutarlo, con total tranquilidad. Objetivo cumplido.

Cuestión de ganas y de esfuerzo

Son muchas las personas con discapacidad que se superan a sí mismos y que consiguen grandes retos. Este es el ejemplo de Inés López, una menor con discapacidad que ha completado este sábado, junto a un equipo de deportistas, una travesía a nado y una carrera a pie entre Oleiros y A Coruña, un reto que es el primero de muchos.

Otro de estos casos es el del campeón del mundo de triatlón Iván Raña, que ha encabezado el equipo de voluntarios que, de la mano de la Fundación Enki, ha acompañado a Inés López desde la playa de Mera, en Oleiros, a la de San Amaro, en A Coruña, a lo largo de 4,8 kilómetros por la ría de A Coruña, antes de continuar con 3 kilómetros de carrera a pie hasta la plaza de María Pita.

Otro de estos casos es la protagonista del denominado Reto Golfo Ártabro, con discapacidad intelectual y física, ha hecho el primer tramo en una pequeña lancha hinchable junto a su hermano Héctor, para seguir después en un vehículo adaptado, sin dejar de disfrutar en ningún momento.

Fundación Roncalli: Referente en integración

En el madrileño barrio de Vicálvaro se levanta la sede da la Fundación Juan XXIII Roncalli. Un lugar lleno de historias de superación y de trabajo constante. Cada pasillo y cada sala rebosan de vida entre las idas y vueltas, entre el trabajo y el ocio.

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