Quedarse sentado, cruzado de brazos y viendo la vida pasar no es la mentalidad de la gente triunfadora. Gonzalo Serra tiene parálisis cerebral, lo que le provoca una discapacidad física e intelectual... pero no es ni mucho menos un freno en su vida.
Este joven madrileño tiene un huerto, gestiona su red social y completa el empaquetado final de todos sus productos. Trabajar con la tierra es su pasión, y la descubrió después de que su familia le buscara un trabajo que mejorase sus capacidades.
A sus 23 años, Serra tiene su pequeño trozo de tierra en la Fundación A la Par de Madrid. Ahí tiene su trabajo. Pero no busca hacer negocio. De hecho, su recompensa está en mejorar su autonomía... por eso pide o la voluntad o un intercambio de otros productos.