El amor puede ser algo peligroso si te enamoras de la persona equivocada. Si no, que se lo digan a Tobby Dorr, la mujer estadounidense que se enamoró de un asesino y que acabó en prisión.

Vaya por delante que Tobby era una persona como cualquier otra... con su trabajo, su familia... estaba casada y se dedicaba especialmente, a cuidar a sus hijos.

Ella era entrenadora de perros profesional y colaboraba en una prisión de Kansas. Allí enseñaba a los presos a entrenar perros una vez por semana.

Uno de los que cumplía condena allí era John Manard, un delincuente convicto que logró robarle el corazón a la monitora.

Se aprovechó de que Toby vivía un momento complicado, su matrimonio no iba bien y encima le acababan de diagnosticar un cáncer.

La mujer se volvió loca por el preso, tanto, que incluso le ayudó a escapar de la prisión. Se fugó con él y fue feliz durante 12 días, hasta que la policía logró capturarlos.

La mujer cumplió 27 meses de prisión, y tanto su marido como sus hijos cortaron toda relación con ella. Ahora ha rehecho su vida junto a otro hombre y asegura que es una persona diferente.

Una historia de película, tanto, que ya se puede disfrutar en la gran pantalla. Se titula... 'Amantes de la fuga'.