Doce de los clubes más importantes de Europa, entre los que se encuentran Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, han anunciado el acuerdo para la creación de una nueva competición, la Superliga, en la que participarán desde el próximo agosto hasta 20 equipos, con partidos entre semana para respetar las competiciones nacionales.

Junto a los tres clubes españoles, los fundadores de una Superliga que revoluciona el panorama futbolístico europeo son los italianos Milan, Inter de Milán y Juventus y los ingleses Liverpool, Manchester City, Chelsea, Manchester United y Tottenham. Próximamente habrá tres equipos más invitados, entre los que se espera al París Saint-Germain francés.

Este lunes en 'Herrera en COPE' el periodista Marc Menchén ha hablado de los pros y los contras de esta operación. Según ha destacado, entre los puntos a favor de la Superliga se encuentra que habría una competición "con los 15 al menos reconocidos y mejores clubes de fútbol del mundo, por lo tanto, ahí el aficionado ganaría". Además, los clubes cobrarían cerca de 240 millones de euros "como un canon de entrada. Por lo tanto, con ese dinero todos los problemas que les ha provocado la covid quedarían solucionados".

Entre los inconvenientes, cuánto dejarían de ingresar por las consecuencias de esta Superliga. "Ayer ya UEFA y ligas nacionales anunciaron que podrían quedar expulsados de sus competiciones, por lo tanto, hablábamos de ese pago de 240 millones más otros 240 millones que recibían cada año, pero de aquí habría que restar los cien millones que ya les paga la UEFA por la Champions League".

"El golpe directo se lo llevaría la UEFA", ha dicho Menchén ya que la Superliga se disputaría entre semana, por lo tanto, no entraría a colisionar con las ligas nacionales. "Básicamente estaría lanzando una OPA sobre la actual Champions League".

Por lo pronto, el anuncio de la creación de la Superliga ha provocado numerosas reacciones y una oposición frontal de UEFA, las federaciones y ligas inglesa, española e italiana que han emitido un comunicado para "detener este proyecto cínico". El primer ministro británico, Boris Johnson, ha expresado también su postura en contra de la decisión de los grandes clubes europeos.