El profesorJosé María Gay de Liébana analiza en‘Herrera en COPE’ las claves económicas del día

Con Alemania e Italia apoyando a Nadia Calviño ante la elección del 9 de julio para presidir el Eurogrupo, muy conveniente para España, ya que sería como la mujer de gris europea en el Gobierno, Irlanda, que ha dado la vuelta a sus cuentas públicas cerrando los dos últimos años con superávit, reduciendo su deuda al 58,8% del PIB, y Luxemburgo, que siempre salda con superávit fiscal sus ejercicios y cuya deuda pública apenas suma el 22% del PIB, postulan a sus respectivos candidatos para liderar el Eurogrupo. ¿Cuál es el hándicap de España es ese objetivo? Nuestras trémulas y erráticas cuentas públicas.

La crisis de la Covid-19 nos mete otro gol por la escuadra: nuestro déficit público en 2020, según el FMI, será del -13,9% sobre el PIB, y nos sitúa en la cúspide deficitaria de la Zona Euro, sobrepasando a Italia, Francia y Alemania. Si ese déficit de 2020 es malo de solemnidad y perjudicial para la salud de nuestras maltrechas finanzas públicas, en 2021 la historia se repetirá con menor virulencia: el déficit público será del -8,3% del PIB. Obviamente, tamaño déficit público engorda nuestra deuda pública que cerrará 2020 en el 123,8% del PIB, saltando en 2021 al 124,1%. España pasa a ser uno de los países más endeudados del mundo y penetra en zona de turbulencias financieras.

Necesitaremos años de ímprobos esfuerzos para sanar – sinónimo de curar y restablecer -, más que para sanear – sinónimo de purificar y limpiar – las finanzas públicas de España. Nuestros reiterados desequilibrios merman la opción de Nadia Calviño, salvo que Alemania, que presidirá el Consejo de la UE a partir del 1 de julio, imponga su voz.