El profesor José María Gay de Liébana analiza en ‘Herrera en COPE’ las claves económicas del día

Era, o es, porque ahí sigue, una guerra comercial, o acaso, Don Carlos, un conflicto tecnológico con el trasfondo de la supremacía económica. Ya sabe, Don Carlos, las desavenencias entre Estados Unidos y China, el pulso entre ambas potencias, la primera y segunda del mundo por el volumen de sus economías, que desató Donald Trump con la imposición de aranceles elevados a los productos chinos, y que más allá de mercancías y bienes tiene su punto de mira en la revolución tecnológica y en las redes que son las rutas por las que discurre toda la incesante caterva tecnológica, como el 5G. El bache en la actividad económica mundial de 2019 vino marcado por ese duelo que acabó salpicando a otros países y, en especial, a nuestra Europa. Ese duelo, Don Carlos, se juega ahora también en otro campo: el de la vacuna contra el coronavirus. Si parecía que Estados Unidos tomaba la delantera, Pekín anuncia una vacuna con garantías que podría estar lista en meses. ¿Serán los norteamericanos o serán los chinos quienes acaben tomando la delantera en la carrera por conseguir en relativamente poco tiempo la ansiada panacea para combatir la Covid-19?

Veremos, Don Carlos. Lo que sí está claro es que tanto unos, estadounidenses, como otros, chinos, avanzan con firmeza por el terreno de investigación y desarrollo. Y, al final, la hegemonía económica se va decantando hacia el esfuerzo en I+D, que asegura los beneficios del futuro. Y, mientras, acá estamos con nuestras miserias políticas como foco de atención y en Cataluña con subida obscena de sueldos a altos cargos de la Generalitat. Rumbo a la deriva vamos, Don Carlos: los últimos de la clase sin la más mínima preocupación ni tecnológica ni de I+D, ni por marcar el paso económico... Jugamos todos los números en el sorteo de los torpes...

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