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Señoras, señores, me alegro, buenos días.

Son las 8 de la mañana, entre pitos y flautas, estamos a día 12, casi nos hemos jamado la mitad de enero. Han pasado 10 días desde que entró en vigor la famosa bajada del IVA en algunos alimentos básicos. Hoy veremos en cuatro puntos de España, a partir de las 9:00, si la reducción del IVA se está traduciendo en una reducción de precios.

Hoy es noticia lo que sabíamos que podía ocurrir o iba a ocurrir. Sánchez en el último debate del Estado de la Nación dijo aquello de vamos a por todas y debe ser la única verdad que ha dicho en su vida política. Va a por todas sin reparos. Solo le falta ser él mismo el propio presidente del Tribunal Constitucional, pero bueno tiene a Cándido Conde-Pumpido que le ganó el pulso a la otra candidata de izquierda, María Luisa Balaguer. A nivel práctico, hay muy pocas diferencias entre uno y otra, porque los dos son partidarios de someter a la justicia a interpretaciones, a intereses políticos, porque los dos son sanchistas.

Hay una buena parte de la izquierda que no cree en la independencia de la justicia, que cree que los jueces son mayoritariamente de derechas y, por lo tanto, hay que controlarlos y limitarlos políticamente. Jueces que van y vienen de la política a la judicatura, que cuando están en la judicatura no dejan de hacer política. Sánchez ya tiene el Constitucional que quería y al presidente que quería.

"Lo que ha sido más desagradable sorpresa es que la vicepresidenta del Constitucional haya recaído en otra magistrada de ese mismo sector sanchista"

Qué Cándido Conde-Pumpido presida el Constitucional no es una sorpresa. Eran o él o Balaguer. Lo que ha sido más desagradable sorpresa es que la vicepresidenta del Constitucional haya recaído en otra magistrada de ese mismo sector sanchista, que se llama Inmaculada Montalbán. La configuración de un Tribunal Constitucional presidido y vicepresidido por el mismo sector no tiene precedentes en nuestra historia democrática.

Jamás se ha producido esa escenificación de una ocupación política porque, por cortesía, incluso por intentar presentar una vocación de concordia, siempre se había buscado ese equilibrio ideológico que es que no tenga mucha importancia porque el que manda es el que manda y el número de unos y de otros es lo que decide muchas veces las cosas muchas veces no siempre.

Todo el mundo hablaba por hecho que la vicepresidencia iba a recaer en el magistrado Ricardo Enríquez, de la otra minoría, la no Sanchita, del sector más veterano del Tribunal. Ahora se entiende mejor por qué se reunió antes de las vocaciones el grupo de magistrados sanchistas porque de una red de una reunión sectaria solo puede salir una decisión sectaria. Todos los que han votado a Inmaculada Montalbán son responsables de esa imagen deplorable con la que han arrancado esta nueva etapa.

Entrada en vigor de la reforma del Código Penal

Los dos grandes logros legislativos del gobierno Frankenstein, la derogación de la sedición y la derogación de la malversación, como lo conocíamos hasta ahora, entran hoy en vigor. Ahora vamos a esperar el goteo de rebajas en las condenas por corrupción, esos son las consecuencias de un hecho que, en sí mismo, es el más grave y me refiero a la modificación del Código Penal al dictado de los delincuentes.

Ningún país serio, ningún país que se respete, escribe sus leyes al dictado de los delincuentes y ningún país avanzado permite que los políticos se conviertan en una casta que utiliza su posición para legislar a su favor. Los beneficiados son quienes atentaron hace cinco años contra la Constitución, ellos son los que se han garantizado la impunidad y los demás los que les mantenemos pagando impuestos para que luego ellos malversen, pero si es a favor del partido eso tenga menos responsabilidad.

Las palabras de la secretaria de Estado de Igualdad

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Para pagarle el sueldo a personajes como esta secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, una indocumentada que después de insultar a los jueces ahora está entrando la fase de hacer risas. Si alguien del centro-derecha se le ocurriera frivolizar o reírse de la puesta en libertad de violadores por si propio error legislativo, no tendría campo para correr.

Sin embargo, estas hipócritas pueden manifestar que les importa un pito a la violencia, a los problemas de las mujeres y les da la risa y cobran más de 100.000 euros al año que les pagamos todos como cobra esta señora. Lo menos que se puede pedir es que no insulto la inteligencia a la sensibilidad de los ciudadanos, pero tampoco pidamos milagros.