¡Buenas noticias! El tratamiento para curar el Alzheimer podría estar más cerca que nunca. Un grupo de investigadores de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla ha descubierto la proteína que produce el deterioro neuronal. Los estudios revelan que se podría revertir los daños del Alzheimer si se actúa sobre esa proteína. Ahora mismo está en fase de prueba en el cerebro de ratones que lo padecen. Los primeros resultados confirman que el hallazgo será un arma muy útil contra esta enfermedad.

En el estudio internacional, en el que han participado los investigadores Yuniesky Andrade Talavera y Antonio Rodríguez Moreno -del Laboratorio de Neurociencia Celular y Plasticidad de la UPO-, han detectado que la proteína Galectina-3 es la culpable de ese deterioro neuronal que sufre un paciente de Alzheimer, además de las oscilaciones gamma del hipocampo, una estructura involucrada en procesos de plasticidad sináptica y de aprendizaje y memoria, entre otras funciones, tal y como señalan.

Esta investigación se ha hecho en colaboración con André Fisahn, del Laboratorio de Oscilaciones Neuronales del Instituto Karolinska (Suecia). Además, también han participado también investigadores de la Universidad de Sevilla y de la Universidad de Lund en Suecia. "Esta proteína se encuentra alterada en modelos animales de enfermedades neurodegenerativas y en pacientes que sufren Alzheimer, produciendo una amplificación de señales inflamatorias. Sin embargo, no se conocían sus efectos sobre la actividad de los circuitos neuronales involucrados en el procesamiento de la información que ocurre en estructuras cerebrales relacionadas con la memoria, como el hipocampo, cuya funcionalidad sufre un deterioro progresivo en la enfermedad", explicaba la UPO en un comunicado.

En este aspecto, se abre una puerta "para no solo contrarrestar o disminuir la progresión de la enfermedad, sino también para revertir los daños que se producen", señalaba uno de los investigadores. Asimismo, "el camino comienza a dar frutos en el campo de la investigación preclínica en la enfermedad de Alzheimer, en contraste con el bajo ratio de éxito de ensayos clínicos durante los últimos veinte años que se han centrado mayoritariamente en eliminar proteínas que se acumulan en el cerebro de los pacientes, como la beta amiloide", zanjaban.

Los síntomas del Alzheimer

Esta enfermedad se basa en la pérdida de memoria. De hecho, los primeros síntomas es justo esto, no recordar conversaciones recientes o eventos, y a medida que avanza el tiempo esto empeora y genera otros problemas. En este caso es más probable que un amigo o familiar note los cambios que están sucediéndote. Las personas con este tipo de enfermedad pueden adoptar las siguientes conductas:

• Repetir afirmaciones y preguntas una y otra vez.
• Olvidarse de conversaciones, citas o eventos, y no recordarlos después.
• Colocar sistemáticamente objetos personales en el lugar equivocado, a menudo en lugares absurdos.
• Perderse en lugares que ya conocen.
• Finalmente, olvidarse de los nombres de familiares y objetos de uso cotidiano.
• Tener problemas para identificar objetos con las palabras correctas, expresar pensamientos o participar en conversaciones.

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A medida que la enfermedad empeora, los pacientes que lo padecen tienen dificultades a la hora de planificar e, incluso, se olvidan de cómo hacer las tareas básicas como bañarse o vestirse. Lo más importante es que uno acuda al médico si tiene síntomas relacionados con el Alzheimer para que haga un buen diagnóstico de lo que le puede suceder.

La prueba del reloj

Una de las pruebas que suelen utilizar en consulta es el test o prueba del reloj, que evalúa las capacidades cognitivas de un paciente y detecta un posible deterioro cognitivo. Esto ofrece una información muy valiosa sobre la percepción visual. Consiste en pedir al paciente que dibuje un reloj con todas las horas y las manecillas marcando una hora determinada. Para hacerlo correctamente debe ordenar los números, dibujar la esfera y colocar las manecillas en la posición indicada. En esta prueba se trabajan diferentes áreas cognitivas relacionadas con la organización visual y motora, planificación y ejecución de la tarea encomendada, memoria. Una puntuación baja indica que hay áreas del cerebro que no funcionan correctamente y que existe un fallo en las habilidades cognitivas del paciente.