Este martes el Tribunal Supremo ha confirmado la condena de seis años de cárcel a José Antonio Griñán por malversación y por prevaricación y la inhabilitación para Manuel Chaves por prevaricación por el caso de los Ere de Andalucía, ratificando así la sentencia de la Audiencia de Sevilla.

Aunque finalmente no ha sido un fallo por unanimidad sino por mayoría de tres votos a dos. Algo que para Antonio Salvador coautor junto a Sebastián Torres de ‘El saqueo de los ERE’ “debido a la trascendencia que tiene el caso, el ciudadano habría comprendido mejor que hubiera habido un fallo por unanimidad”.

Aunque asegura que no le ha sorprendido la sentencia sí que señala que “solo se absuelve de prevaricación a tres exsecretarios generales técnicos de la Consejería de Empleo y se rebaja por reparación del daño la condena a uno de los ex altos cargos, Juan Márquez, que había ocupado la Dirección General de Trabajo, de 7 a 3 años”.

Habrá que esperar a septiembre, cuando salga la sentencia, “para leerla muy en detalle” dice Salvador que a priori considera que “habrá que ver cómo el Alto Tribunal frente a toda la carga dialéctica que habían planteado las defensas en la vista de revisión pues ha confirmado el fallo de la Audiencia, que en definitiva supone un aval no solo a la sección de la Audiencia de Sevilla que juzgó esta pieza política del caso ERE sino también a toda la tesis incriminatoria que desde el inicio de la instrucción había mantenido la jueza Alaya, la UCO de la Guardia civil, y la acusación popular que ejerce el PP”

También considera el periodista que “por la cuantía, los años que incluye la confirmación dela sentencia entiendo que si no todos, una gran mayoría recurrirá ahora en amparo ante el TC e incluso solicitará la suspensión de la condena hasta que el Tribunal de Garantías entre en el fondo”.

Y destaca como “clave interesante” que “el TS ha ido mucho más allá de lo que fue en 2015 durante la fase inicial de la instrucción del caso en la que se llegó a instruir una pieza separada por la presencia de diversos aforados una vez señalados por la jueza Alaya, entre ellos Chaves y Giñán. En aquella ocasión el magistrado que instruyó esa rama por la presencia de aforados estableció que vio indicios de una actitud malversadora en la persona de Griñán, tan solo se lo hacia (en los aforados de aquel tiempo) a José Antonio Viera. Lo que venía a decir el magistrado es que Grián era sí era conocedor de que se estaba utilizando un procedimiento claramente ilegal, sin embargo no era conocedor de que con la materialización de dicho procedimiento se estuvieran desviando importantes sumas de dinero para procurar el beneficio ilícito de terceros”.