Mikel pasó 11 meses buscando a su hermano Oliver. Salió a buscar percebes el 29 de marzo de 2022 y no volvió a casa. A los días su familia denunció su desaparición y un mes después recibieron una llamada de la Guardia Civil, habían encontrado su ropa.

Mes y medio después de esa llamada, aparece el cadáver de un hombre entre los acantilados de Barreiros en estado de descomposición, pero ese hombre llevaba un neopreno negro y rosa, el mismo que tenía Oliver. Ese día la Guardia Civil habla con Mikel, su hermano, y le dice que probablemente sea Oliver, y horas más tarde habla con la funeraria, la que había llegado el cadáver y le dicen que tiene el mismo implante bucal que llevaba su hermano.

Sin embargo, faltaba algo importante que era confirmar que era el cuerpo a través de una prueba de ADN. Aquí es cuando empieza un calvario de ocho meses.

Casi un año después de poder enterrar a su hermano, Mikel se muestra "tranquilo", pero al mismo tiempo "intranquilo porque le pase esto a otras familias". "El hecho de saber que tu hermano ha aparecido, que está en un congelador y a la espera de una prueba de ADN que sabes que se puede hacer en 15 días, pero tarda 8 meses en llegar", denuncia en 'Herrera en COPE'.

Una prueba de ADN que tarde 8 meses en llegar

Mikel ha explicado a Alberto Herrera cómo llegaron a denunciar la desaparición de su hermano: "Si se juntaba con alguna chica, pasaba unos días por ahí y no daba mucha información, pero luego volvía a casa de mi madre. Hacemos una comida familiar, mi madre le comenta a una de sus hermanas que está preocupada porque llevaba unos días sin aparecer por casa, pero como lo solía hacer no le damos más importancia".

---

---

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado

"Hay un pescador que se pone en contacto con la Guardia Civil y dice que ha visto la ropa, y antes de que nos llame la Guardia Civil la foto está en la ropa. Nosotros entendemos que al aparecer la ropa el domingo, el lunes se va a montar un operativo. El lunes por la mañana estamos pendientes y nuestra sorpresa es que no se inicia ningún operativo. Lo iniciamos nosotros con amigos, con una convocatoria por redes", relata.

El 13 de junio, mes y medio después, un pescador se encuentra el cadáver de un hombre de mediana edad, Mikel se entera de la noticia porque un tío suyo le manda un enlace a algo que ha visto en internet. En ese momento, llama al cuartel de la zona y un día más tarde, recibe una llamada de un trabajador de una funeraria de Luego "para ver qué hacer con el cuerpo de mi hermano".

Empieza entonces la identificación por ADN en lo que supone unos meses de espera que se hacen eternos. "Nos queremos que nadie pase por lo que hemos pasado nosotros. No es entendible que en 2024 se tarde 8 meses en comprobar una prueba de ADN", sentencia Mikel.

Escucha la entrevista completa en el audio destacado.