Eduardo Abad, ganadero y criador de cordero lechal, ha sido entrevistado este lunes en 'Herrera en COPE', donde ha dicho que el impacto del coronavirus en este sector, donde el 80-90% de la venta se destina a restauración, es que "no hay venta". Con más de mil ovejas sometidas a su cuidado, ha dicho que cuando llegan a los 25 días se sacrifican porque a partir de entonces el animal empieza a comer y deja de ser lechazo.

"Hemos estado guardándolo y viendo a ver, con la esperanza de que esto tire para delante", ha explicado. En este sentido, ha dicho que lo que él ha hecho es "un proceso de preasado", de modo que tiene hasta "cuatro meses de caducidad". De este modo, puede aguantar más tiempo. 
Lo mismo ha señalado en relación con el cochinillo. Si lo coges para cebarlo "puedes no perder tanto dinero", ha dicho.

Abad ha explicado que la gente asimila el lechazo con "celebración", de ahí que se consuma más en restaurantes que en casa. Pese a ello, ha animado a consumir lechazo para aportar a la economía.

Con una caída del precio "hasta el punto de que no tenemos ni precio", ha explicado que los ganaderos intentan llegar a acuerdos con distribuidores para sacar el stock, aunque es una tarea muy "complicada".

Pese a que la ganadería "lleva muchos años en crisis", el criador de cordero lechal ha dicho que "quedan explotaciones" y que hay un "número considerable de ovejas" en los campos, a las que cuidan porque los animales "son los últimos culpables de todo lo que pasa".