"Si hace dos semanas estábamos analizando primeros impactos de las elecciones, la semana que viene estaremos ya con las Cortes constituidas. Básicamente, la ley nos ha dado un paréntesis que ha coincidido con el verano, pero aún así los partidos han seguido manteniendo la actividad, y por tanto, la tensión". Así ha comenzado Enrique Cocero el análisis en su 'Pizarra' de 'Herrera en COPE'.

Hace unos días, María Jesús Montero, volvió a ir con argumentos utilizados en la campaña electoral; "toda acción negativa contra el PP y ninguna a favor de por qué el PSOE sería una buena opción, a excepción de la coalición del progreso frente a la vuelta al pasado", ha argumentado Cocero.

Ahora bien, "no deja de ser paradójico que la vicepresidenta, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE tire de un recurso tan viejo como andar que es tomar la parte por el todo". María Jesús Montero ha cogido la línea de argumentación de Pedro Sánchez la misma noche de las elecciones, "y esta se caracteriza por asumir que un espectro de partidos con exigencias dispares e ideologías más dispares aún están alineadas con las intenciones más puras del propio PSOE".

"Al menos las intenciones confesables, aspiracionales, insisto, si se quiere", recalcaba el analista. Un plan en el que "si yo soy progresista, quien pacte conmigo es progresista". Pero ya sabemos que "esto no es así del todo, o no es así en absoluto".

Sumar y el dilema de las portavocías propias

Empezando por Sumar, que ahora mismo ya no solo representa una resistencia al PSOE, sino que presenta resistencias internas. "Primero que Compromís le ha pedido a Sumar una portavocía propia, con lo que atrás queda aquel buen rollo de la época de Pablo Iglesias donde los tiempos se cedían y se repartían en el estrado para demostrar la pluralidad del grupo parlamentario".

Luego está Podemos, "que también quiere portavocía propia. Y, además, libertad de voto, lo que me trae a la cabeza dos cuestiones".

Una, que la disciplina de voto no es una cuestión legal, "sino una norma interna a los grupos parlamentarios y a los partidos políticos". En ese sentido, piensa Cocero que es irónico que un diputado detente el escaño y nadie le pueda obligar a abandonarlo si el diputado no quiere, pero que su voto esté condicionado por el partido.

Dos, que lo que pensamos que era una idea práctica para no dividir aún más el voto de la izquierda (que Podemos integraba en Sumar), "hoy se revela como la lanzadera de Podemos para seguir teniendo presencia".

Se puede concluir por tanto que "Sumar no es un proyecto político", sino un asidero para fuerzas políticas, que de otra manera hubieran llevado todos sus votos directamente a los restos.

Y luego está "de lo que se esté hablando con PNV, con ERC o con Junts, de lo que no sabemos nada". Como algo destacable, indicaba el analista ante los micrófonos de 'Herrera en COPE' que Puigdemont está bastante enfadado con la decisión del Tribunal Constitucional de no suspender la orden de Llarena para detenerle. Y Sumar "dice que con Junts está todo encarrilado, pero nada de esto es mensaje al votante, ni siquiera ciudadano".

Concluía Enrique Cocero añadiendo que "ahora sólo se hablan los partidos políticos entre ellos, salvo esos mensajes sostenibles como los de María Jesús Montero, para los que no se olvide su causa".

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