Es uno de los grandes juristas del país. Ha sido juez de la Audiencia Nacional. Ahora se dedica a la abogacía y ha sido, cuenta Herrera, un buen observador de la realidad. Hablamos con Javier Gómez de Liaño en 'Herrera en COPE'.

Hace poco, escribió un artículo en el que citaba a Lincoln. Indica que se detuvo en "el reproche de mentiroso que muchos medios de comunicación hacían al presidente del Gobierno en funciones. Siempre me aterrorizó la mentira. Recuerdo aquella entrevista de Milá a Camilo José Cela. Él dijo que la mentira en su mundo estaba descartada". La periodista insistió y Cela dijo que la mentira "estaba proscrita".

En España, afirma, esto no ha sido así. "No tiene tanta importancia mentir como ocurre en los países anglosajones". Aquí hay poco castigo electoral, pero, cuenta, esto se produce porque nuestro país es muy singular.

Muchos juristas de prestigio han sido coincidentes en un tema que flota por todas partes: la falta de referencia a la amnistía en la Carta Magna. ¿Está tan claro lo de la constitucionalidad de una ley de amnistía?

"Intentar proyectar la ley de amnistía a la Constitución es un ejercicio de funambulismo"

Javier Gómez de Liaño tiene claro lo siguiente: "la amnistía que se propone el Gobierno aprobar no se ajusta a la Constitución y tomo como referencia a los juristas reputados. Los juristas de prestigio sostienen que ni el constituyente se planteó la amnistía y si nos vamos al 36, Manuel Azaña propuso una amnistía para Lluís Companys pero en un ámbito concreto. La amnistía sería un desguace de la propia Constitución".

Luego hay principios que se quiebran: el desprecio del poder judicial y la pérdida de igualdad ante la ley de todos los españoles.

Cerrando el foco en los procedimientos, la mayoría parlamentaria aprueba una ley de amnistía que será presentada al Constitucional y recurrida. Y entre tanto, ¿qué hace el Supremo? Responde Gómez de Liaño que "los remedios jurídicos que habría si esa ley fuese aprobada desde el punto de vista judicial cabría un recurso de constitucionalidad".

De llegar la ley de amnistía al BOE, el Supremo puede "plantearse la siguiente alternativa: o ejecuto la ley y aquí paz y mañana deshonra. O planteo la cuestión de constitucionalidad que supondría la paralización de la ejecutoria. Y quedaríamos como en una especie de standby".

El entrevistado insiste en 'Herrera en COPE' en que "intentar proyectar la ley de amnistía a la Constitución es un ejercicio de funambulismo".

Por último, Gómez de Liaño indica que su fe en los tribunales de justicia es casi ciega. No obstante, "lo que ocurre con el Constitucional es que hace demasiado tiempo, sus magistrados (por los que tengo un enorme respeto) no se les ha elegido por sus cualidades sino por sus predisposiciones. Y eso mancha y genera en la ciudadanía un sentimiento de desconfianza que puede acabar siendo letal".