Javier ha sido una persona que se ha sentido atraído desde muy pequeños por las culturas de Egipto y Mesopotamia. En pocas semanas, el 4 de noviembre, se celebra el centenario por el descubrimiento que cambió la egiptología, la tumba de Tutankhamón. ¿Por qué realmente esto fue un antes y un después en la arqueología relacionada con Egipto? Responde Javier: “Porque hasta entonces no se había realizado un descubrimiento similar, además fue la terquedad de Howard Carter la que hizo que se descubriera esta tumba”. Se dice que el faraón del Antiguo Egipto no debería de haber sido enterrado en aquella tumba, Martínez explica el por qué: “La tumba de Tutankhamón es muy pequeña”. “Pero hay que tener un detalle en cuenta, murió muy joven, murió con 18 años. Se duda de que aquella tumba sería para él, pero debido a la rapidez de su muerte, parece una improvisación de tumba donde luego metieron su gran ajuar”.

Carter estaba confiado en que la tumba de Tutankhamón estaba en elValle de los Reyes. Cuando vio la piedra de entrada a la tumba, mandó a enterrar de nuevo la excavación y hasta que no llegó Lord Carnarvon no comenzaron a excavar. ¿Qué fue lo que vieron nada más entrar?: “Entraron muy nerviosos, con una luz muy pequeña de un candil, vieron un ajuar millonario. Entonces ya pudieron constatar que se trataban de una tumba que estaba instante”. “Puedieron ver carros, recipientes preciosos, cajas perfectamente decoradas, … en fin, muchísimos materiales que posteriormente fueron catalogados y retirados de la tumba”.

El descubrimiento de la momia, produjo un seísmo en todo el mundo. Howard Carter vino a España gracias al Duque de Alba, que eran grandes amigos. Se conocieron en la luna de miel del Duque en Egipto, Javier dice: “El Duque de Alba fue una persona muy interesada en todos los aspectos culturales”. “Viajó en varias ocasiones a Egipto”. La amistad entre ambos se forjó rápidamente: “Yo creo que fue una sintonía inmediata por lo que hemos podido constatar a través de la documentación que tenemos, que eran cartas que se enviaban entre ellos”. De hecho, el arqueólogo le dice al Duque, que esa semana en la capital había sido la mejor de su vida: “Carter se va tan contento de Madrid que le promete al duque que lo mantendrá informado de todo lo que encuentre”.