El 29 de enero de 1981, a las 19:40 horas, TVE interrumpía su programación habitual Para sorpresa de todos. Aparecía en pantalla Adolfo Suárez, entonces presidente, para anunciar a todos los españoles que presentaba su dimisión.

“Hoy tengo la responsabilidad de explicarles, desde la confianza y la legitimidad con la que me invistieron como presidente constitucional, las razones por las que presento, irrevocablemente, mi dimisión como presidente del Gobierno y mi decisión de dejar la presidencia de la Unión de Centro Democrático (UCD)”.

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Este es el segundo párrafo de un discurso del primer presidente de la democracia española que convulsionó a la sociedad.

43 años después de su dimisión, en 'Herrera en COPE' analizamos el periodista Carlos Dávila, algunos fragmentos del discurso de Suárez, claves para entender la historia de España.

Pero antes de entrar en el análisis, apunta Dávila que aquel día “Suárez compareció con un enorme dolor de muelas, de ahí que durante su intervención le silban las palabras. Estaba hundido física y psicológicamente”.

Resalta Carlos que “no es un discurso improvisado, es un discurso de un hombre herido de muerte políticamente”subrayando que la pretensión de Suárez “no es la de justificarse, sino que trata de salvar dos cosas que para él, además, van intrínsecamente unidas: la Corona y la democracia”.

Por eso, el análisis de esas primeras palabras del primer presidente de la democracia española “manifiestan su lealtad a la Corona, a pesar de que la Corono no había sido precisamente un apoyo sustantivo durante los tiempos anteriores a su dimisión”.

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Suárez informa al Rey Juan Carlos I de su dimisión dos días antes

Dos días antes de presentar su dimisión, el 27 de enero, el Rey Juan Carlos I y la Reina Letizia invitan a Adolfo Suárez a comer en La Zarzuela, “arroz a la cubana con plátano, carne a la gobernanza y algunos quesos”, detalla el periodista.

Después de comer y antes de irse es el Rey Juan Carlos quien le pregunta a Suárez que “qué es eso tan importante" que tiene que decirle y es entonces cuando suben a la primera planta, al despacho del Rey y allí Suárez le dice que “vengo a dimitir”.

Lo más sorprendente de aquel encuentro es, como destaca Dávila, que “el Rey Juan Carlos I no le dijera ninguna palabra de aliento, de cariño o de apoyo”.

Concreta Dávila que el presidente del Gobierno empieza a pensar en su dimisión “a mediados del mes de julio de 1980, cuando se va Fernando Abril, que había sido su gran apoyo, su amigo leal, hasta tal punto que los hijos de Suárez le llamaban 'tío Fernando'”.

Las palabras del discurso de Suárez que 'avisaban' del golpe del Estado

Hay un momento clave en ese discurso de dimisión que forman parte de un antes y un después de uno de los episodios más trascendentales e históricos de la historia de España,

Es cuando Adolfo Suárez dice: “Pero, como frecuentemente ocurre en la historia, la continuidad de una obra exige un cambio de personas y yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la historia de España”.

Unas palabras pronunciadas unos días antes del golpe de Estado del 23F de Tejero en el Congreso de los Diputados

La diferencia entre Adolfo Suárez y Pedro Sánchez

También en el discurso hay algunas palabras de Adolfo Suárez en las que se aprecia la notable diferencia que existe entre él y Pedro Sánchez. Algo de lo que ya se pronunció, en su día, Ángel Expósito de 'La Linterna'.

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