El juego y los juguetes siempre despiertan al niño que llevamos dentro. Resurgen emociones, sentimientos y recuerdos de nuestra infancia. Aquel primer Madelman, la Nancy y sus trajes, el mítico coche de bomberos, el muñeco que te llamó “mamá” por primera vez o los soldaditos de plástico. Creo que no será el mismo, pero apostaría a que era muy parecido a este tanque, el que le trajeron a Pedro Pérez Antón los Reyes Magos. Fue su primer juguete, y a día de hoy, casi 60 años después, aun conoce y recuerda cada detalles de ese juguete. Fue el primero. Y es que a Pedro Pérez le ha gustado desde bien niño guardar cosas únicas. Esto le ha hecho forjar una afición por coleccionar única, que ha día de hoy es admirable y sorprendente. Ha conseguido recopilar alrededor de 2.300 piezas, juguetes, que, por fin, van a ver la luz en el Museo del Juguete de España y del Mundo.

Por 'Herrera en COPE' ha pasado el protagonista de esta gran historia. "Lo que representan es la ilusión de quien los recibe", aseguraba feliz de poder exponerlos. "Estaba muy interesado en que fuera un lugar de pura diversión", explicaba, añadiendo que, para él, uno de los objetivos que tiene con este museo es "traer a los enfermos de Alzhéimer, ponerle el juguete en la mano para que se le vuelvan los recuerdos a la memoria, y, sobre todo, se les active el cerebro cuando los vean en funcionamiento, puesto que la mayoría funciona", contaba.

Un museo, ubicado en Cuevas de San Marcos, en Málaga, muestra auténticas joyas traídas de todos los rincones del mundo, porque Pedro ha gastado suela recorriendo el mundo en busca de juguetes antiguos, de piezas que existieron y, prácticamente, no conoce nadie. Este museo abre sus puertas gracias al trabajo de Pedro, y a María Ángeles, su mujer, que por fin ha visto cómo esos centenares de juguetes han salido de su casa.